Traumatología
Artrosis de rodilla, principales causas, tratamientos y que puedes hacer para prevenir
La artrosis de rodilla es una enfermedad grave y dolorosa que va empeorando según se cumplen años. Es un tipo de patología frecuente que se puede padecer tanto en una sola rodilla como en ambas. Por lo general, quienes padecen este tipo de artrosis se quejan de dolores, hinchazón e incluso rigidez en la articulación.
Aunque el daño de la rodilla con artrosis es irreversible, la buena noticia es que se pueden controlar los síntomas, para mantener una buena calidad de vida. También es posible prevenir la enfermedad o ralentizarla.
Hoy hablaremos de la artrosis de rodilla, sus causas, tratamientos y métodos de prevención, algunos de los cuales están disponibles en la prestigiosa Clínica Luis Baños de Fisioterapia Avanzada y Osteopatía.
¿En qué consiste la artrosis de rodilla?
La artrosis es un tipo de enfermedad que puede afectar a cualquier persona y a distintas articulaciones, siendo las rodillas las principales afectadas por ella. En estos casos, la fina capa que sirve para amortiguar el contacto entre los tres huesos de la articulación, conocida como cartílago, se desgasta por distintas razones haciendo que los huesos se rocen entre sí.
Este roce provoca dolor, hinchazón, sensibilidad y rigidez en la rodilla, llegando a limitar el movimiento de la misma e incluso a crear espolones de hueso. Si no se toman medidas o no se somete a ningún tratamiento, el paso del tiempo solo empeorará la artrosis.
¿Qué causa la artrosis de rodilla?
Todavía hoy, expertos en el campo de la artrosis estudian el componente genético de la enfermedad, pues ya han identificado ciertos genes que podrían ser los culpables de desarrollar artrosis, incluida la de rodilla. Por lo tanto, alguien que tenga esta clase de gen, podría llegar a desarrollar artrosis por culpa de un virus o una lesión.
Pero en tanto que estos estudios no sean corroborados, se desconoce la causa exacta que causa artrosis en la rodilla. Lo que sí está comprobado es que algunos factores de riesgo pueden aumentar la posibilidad de padecer esta patología. Estos factores son:
- La edad, pues la artrosis afecta sobre todo a los más mayores.
- Los cambios hormonales en las mujeres.
- Tener huesos o articulaciones deformados por naturaleza.
- La gota es en sí misma un tipo de artritis inflamatoria que puede provocar artrosis.
- Golpes o lesiones en la rodilla pueden desembocar en artrosis.
- Forzar la articulación con trabajo, deportes o levantando mucho peso.
- Tener sobrepeso es otro factor porque se ejerce más presión sobre las rodillas.
¿Qué tratamientos existen para la artrosis de rodilla?
Como hemos comentado, de momento, la artrosis de rodilla no tiene cura, pero se pueden tomar acciones para tratarla y controlar los síntomas, de manera que se reduzca el dolor y la rigidez. Esto mejorará el funcionamiento de las articulaciones y mejorará la calidad de vida.
El tratamiento de rodilla puede hacerse por cuatro medios:
Fisioterapia
Un profesional procederá a evaluar la rodilla y planificará un programa individual de ejercicios de rehabilitación para ayudar a fortalecer los músculos de la articulación y la pierna, haciendo que se mitigue el dolor y reduciendo la inflamación. Es importante seguir estos ejercicios con habitualidad, porque pueden ayudar a que la rodilla siga funcionando bien durante mucho tiempo y a recuperar la normalidad.
Dispositivos tecnológicos
Ciertas tecnologías también ayudan a tratar la artrosis. Como la Resonancia Magnética Terapéutica MBST que aumenta la calidad del tejido óseo y el cartílago, el láser superpulsado de alta energía con efectos analgésicos, la electrólisis percutánea intratisular ecoguiada (EPI) que activa el tejido, u otros como el tratamiento de vacío intermitente Vacusport y la cinta antigravitatoria Alter G.
Medicamentos
También se pueden utilizar medicamentos como los analgésicos para aliviar el dolor y la rigidez. Estos tendrán que ser recetados por el médico. Las cremas y geles con antiinflamatorios no esteroideos (AINE), suelen ser los primeros analgésicos tópicos que se recomiendan. Suelen contener ibuprofeno, o una sustancia analgésica llamada capsaicina. Al aplicar la crema o gel directamente en la rodilla, se debe notar el efecto.
Cirugía
Si la artrosis causa mucho dolor o tiene un impacto significativo en la vida diaria y ningún método anterior ha dado resultado, la solución puede ser algún tipo de cirugía.
- Una artroscopia de rodilla, que aunque es mínimamente invasiva, no suele tener muchos beneficios.
- Una osteotomía por la que se corta y realinea el hueso para evitar la tensión en la parte dañada de la rodilla.
- Una prótesis parcial o total de rodilla. El cirujano sustituirá las partes dañadas de la articulación de la rodilla por piezas artificiales.
¿Cómo se puede prevenir la artrosis?
La artrosis de rodilla es el resultado del uso de las articulaciones a lo largo de la vida, por lo que cuantos más años se tienen, mayor es el desgaste de las mismas. Prevenir totalmente esta enfermedad es prácticamente imposible, pero un estilo de vida saludable puede ayudar a que aparezca lo más tarde posible o lo haga con una sintomatología leve.
Es posible retrasar y minimizar las artrosis de rodilla de las siguientes maneras:
- Manteniendo un peso corporal saludable: los kilos de más sobrecargan las rodillas y la grasa corporal produce proteínas que provocan hinchazón y cambios en el cartílago.
- Controlando el nivel de azúcar en sangre: pues los niveles elevados de azúcar en sangre aumentan el riesgo de padecer artrosis.
- Manteniéndose activo: el ejercicio ayuda a evitar que las articulaciones se pongan rígidas y mantiene fuertes los músculos.
- Prestando atención al dolor: para distinguir entre dolores por un sobreesfuerzo o una lesión, de los síntomas de la artrosis.
Las personas de todas las edades pueden padecer artrosis de rodilla. Es dolorosa, limita la movilidad y causa hinchazón, por lo que puede disminuir la calidad de vida. Gracias a un estilo de vida saludable y a los tratamientos de centros especializados como Clínica Luis Baños se pueden disminuir la gravedad de los síntomas y prevenir su aparición.