El uso del Marketing Sanitario en la Industria Farmacéutica

No siempre es fácil distinguir entre lo que es información y lo que es publicidad.  Por ello, es necesario definir con claridad lo que es publicidad, y más aún, lo que es la publicidad dentro del campo del medicamento. En la actualidad, la publicidad tradicional del medicamento está profusamente regulada, estableciéndose que y cómo se puede publicitar un medicamento de cara a los profesionales sanitarios y qué y cómo de cara al público general.

Pero ¿cómo se regula el uso del Marketing digital en la Industria Farmacéutica? En este artículo analizamos el uso del Marketing sanitario en la Industria Farmacéutica tanto en su vertiente tradicional como en la digital.

¿Cómo se define la publicidad en el campo del medicamento?

Según se define en la Directiva 2001/83/CE del Parlamento Europeo (2001), la publicidad del medicamento es toda forma de oferta informativa destinada a promover su prescripción, dispensación, venta y consumo. Una publicidad en la que también se comprende:

• La publicidad de medicamentos para el público.
• La publicidad de medicamentos para los facultativos.
• La visita médica.
• El reparto de muestras gratuitas.
• El patrocinio de congresos científicos y reuniones promocionales en las que tomen parte personas facultadas para recetar medicamentos.

¿Qué medicamentos pueden publicitarse?

Tal y como se recoge en la legislación vigente, la publicidad de los medicamentos ha de amoldarse a las siguientes medidas:

• La publicidad de los medicamentos ha de ser veraz y huir de informaciones engañosas.
• La publicidad ha de ajustarse a la información recogida en la ficha técnica.
• Solo se pueden publicitar aquellos medicamentos con autorización de comercialización.
• Además, y por último, se ha de enfocar la publicidad de forma objetiva, sin exageraciones y recomendándose su uso de forma racional.

Marketing digital e industria farmacéutica

Por lo que respecta al marketing sanitario en el entorno digital, las compañías farmacéuticas han de manejarse dentro de las mismas coordenadas éticas y legales por las que se regulan en la actualidad la información y la publicidad del medicamento por los medios tradicionales. Unas coordenadas que pueden tener como modelo las guías y protocolos de buenas prácticas existentes dentro del mundo digital.

Las normas o buenas prácticas que seguir son:

En lo que se refiere a la relación entre los pacientes y la industria farmacéutica en redes sociales:

• las compañías farmacéuticas no deben incluir contenido promocional de medicamentos a través de enlaces, marcadores o comentarios que permitan la copia, la repetición o el reenvío.
• Los contenidos han de ir referidos a la patología y no al medicamento.
• Se ha de incluir siempre la recomendación de consultar con el médico de cabecera o un especialista médico.
• Para cumplir con el compromiso de transparencia se ha de hacer constar si la web está financiada por parte de alguna compañía farmacéutica.
• También se ha de hacer constancia de cualquier reacción adversa que pueda surgir tras su consumo.

Por lo que respecta a lo que es la relación entre la industria farmacéutica y el personal sanitario:

• Establecer la identificación de los profesionales vía registro y acreditación profesional.
• Realizar la visita médica con tablet para brindarle toda la información en pantalla y entregar los folletos en archivo digital.
• Abrir foros de discusión, videoconferencias, para facilitar la asistencia a congresos y eventos médicos.

Suscripciones a comunicaciones electrónicas periódicas para brindarle información sobre nuevos medicamentos.