Sanidad
Canarias ha sido la primera comunidad en atreverse a implantar la educación emocional
Desde 2014, los alumnos de primero a cuarto de primaria, de seis a nueve años, tienen 90 minutos semanales de educación emocional en la escuela. Una asignatura obligatoria que les enseña a identificar sus estados de ánimo en un horario que por motivos de temporalidad desplaza otros contenidos.
Sin embargo, los últimos informes sobre el rendimiento de los estudiantes del programa de exámenes periódicos del Programa para la Evaluación Internacional de Estudiantes (PISA) de la OCDE (Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos) apuntan que ahora más que nunca, los estudiantes necesitan involucrarse con conceptos matemáticos, pensar cuantitativa y analíticamente, y comunicarse usando las matemáticas. Todas estas habilidades son fundamentales para que los jóvenes estén preparados para afrontar los problemas que surgen en el trabajo y en la vida fuera del aula.
La realidad es que muchos estudiantes no están familiarizados con los conceptos básicos de las matemáticas y, en la escuela, sólo practican tareas rutinarias que no mejoran su capacidad para pensar cuantitativamente y resolver problemas complejos de la vida real. Según los resultados de PISA 2012, se muestra que una manera de avanzar en la sociedad en general es asegurar que todos los estudiantes pasen más tiempo aprendiendo conceptos básicos de matemáticas y resolviendo tareas matemáticas desafiantes.