Las cremas CBD presentan una composición rica en cannabidiol. Este elemento puede estar presente tanto en forma de aceite como en forma de extracto. Aunque en líneas generales comparten los mismos rasgos que cualquier producto cosmético común, lo cierto es que presentan unos elementos diferenciadores bastante definidos y que se derivan de los beneficios directos que el cannabidiol puede proporcionar sobre nuestra salud.
Dentro del espectro de las cremas y pomadas CBD (puedes encontrar ejemplos en portales especializados como growbarato.net) podemos encontrar una clasificación que se subdivide en tres categorías básicas:
Lociones corporales
Presentan una apariencia muy similar a la de las cremas corporales comunes aunque, en general, su densidad tiende a ser ligeramente superior. Las lociones corporales CBD suelen contar con una composición rica en cannabidiol pero también en otros componentes que pueden incrementar su efecto hidratante y nutritivo. Algunos de los más habituales son los aceites de semillas o vitaminas específicas como la vitamina E. También tienden a incluir extractos plantas naturales que cuentan con propiedades complementarias a las que posee el cannabidiol.
Aceites
Los aceites cosméticos presentan un cuerpo líquido. Las soluciones ricas en CBD tienden a ser una fusión de diferentes aceites esenciales y complementos vitamínicos de uso tópico. A diferencia de lo que ocurre con el resto de soluciones, el aceite suele absorberse con mayor lentitud.
Pero, ¿qué diferencia existe entre las cremas y los aceites corporales? Aunque ambos formatos cuentan con propiedades beneficiosas a nivel hidratante y nutritivo, lo cierto es que actúan a niveles distintos. Las cremas por su parte están formuladas por dos tipos de elementos: Un componente oleoso y otro acuoso. En el caso de los aceites podemos decir que no poseen agua y solo cuentan con un elemento oleoso. Esta diferencia compositiva modifica el grado de profundidad al que actúan. El aceite tiene menos capacidad de penetración y tiende a permanecer en las capas más superficiales. La crema, en cambio, tiene mayor facilidad para traspasar la capa córnea y acceder a unos niveles más profundos de la dermis, precisamente por el componente acuoso que posee su formulación.
Bálsamos
Podríamos decir que esta categoría es un término medio entre el formato crema y el formato aceite. Poseen un cuerpo más líquido en comparación con las lociones corporales y su composición tiende a incluir aceites esenciales como en las anteriores variantes.
Aunque hemos definido tres grupos o categorías generales, lo cierto es que dentro de cada una de ellas existen más subclasificaciones. En la actualidad el mercado cosmético ha sufrido una revolución en lo que respecta al CBD. Hoy podemos acceder a fórmulas específicamente diseñadas para usos y perfiles muy específicos. Por ejemplo, es habitual encontrar pomadas o cremas CBD elaboradas para deportistas o para paliar y prevenir problemas musculares. Otras alternativas, por el contrario, están más enfocadas en una dirección más estética, especialmente en lo que respecta al cuidado de la piel.
Los beneficios del cannabidiol para la salud
Aunque es cierto que el cannabidiol desde el punto de vista teórico cuenta con ciertas limitaciones para absorberse debido a sus propiedades lipofílicas, los productos cosméticos de uso tópico que contienen CBD están preparados para facilitar su asimilación y para que pueda generar efectos terapéuticos a distintos niveles. Algunas de las dolencias más conocidas como la psoriasis, la dermatitis o el eccema pueden paliarse de una forma especialmente eficaz a partir de cannabidiol porque este componente cuenta con unas propiedades antiinflamatorias probadas.
La popularización del CBD responde a un vasto crecimiento de evidencias científicas. Cada vez son más los estudios que confirman los beneficios asociados al cannabidiol: Algunos de ellos son el efecto antiinflamatorio, calmante, analgésico y antipsicótico.
Uno de los principales potenciales de su aplicación tópica es su efecto local. Una vez se absorbe en la piel a partir de sustancias como cremas, aceites o pomadas actúa en profundidad pero sin llegar a entrar en contacto con el torrente sanguíneo. Como consecuencia no llega a alcanzar el sistema nervioso central. Como contrapartida, se convierte en un remedio no solo cosmético, sino también paliativo y fácilmente combinable con otros tratamientos médicos de forma simultánea.