Siempre se ha hablado de los beneficios que, estéticamente, tiene el mantener la piel hidratada. No obstante, no es solamente una cuestión de belleza, sino también de salud. El hábito de la hidratación de la piel es un proceso al que se le debe dar la importancia que se merece.
Los beneficios de la hidratación
Dentro de los beneficios de los que más se habla, sin lugar a dudas, está que la hidratación de la piel previene la aparición de arrugas y signos de la edad. Esto se debe a que la piel seca pierde colágeno y, por lo tanto, el envejecimiento se acelera.
Además, en general, la hidratación mejora el aspecto. Entre otras consecuencias, logra que la retención de líquidos que se produce en los párpados desaparezca y devuelve a la piel su brillo y luminosidad natural.
De cualquier forma, aparte de estos beneficios que incurren en la belleza, es importante saber que mediante la hidratación la piel se vuelve más resistente. Al tener una piel más fuerte y flexible, se protege a zonas delicadas como la cara de sufrir debido a factores externos como el clima o el propio maquillaje que se utilice.
Por último, una correcta hidratación previene también la sequedad por los principales factores que la provocan: el frío, el aire seco y el sol, especialmente en verano.
Todos estos beneficios resumen la importancia de hidratarse la piel para mantener no solo su belleza sino también su salud. Pero lo siguiente que debemos preguntarnos es: ¿Cómo logramos una hidratación correcta?
Cómo hidratar la piel correctamente
Las bases de una correcta hidratación para la piel están determinadas por actividades cotidianas. Es muy importante beber como mínimo un litro y medio de agua al día, aunque es preferible que sean dos litros y que se haga de forma constante durante todo el día, en ningún caso todo de golpe. Por otra parte, cuidar la alimentación y comer sano y variado también ayuda a mantener una hidratación saludable de la piel.
No obstante, también entran en juego las rutinas de belleza diarias, algo que debería aplicarse tanto entre hombres como mujeres. Estas rutinas suelen incluir limpiar la piel de la cara al menos dos veces al día y la utilización de productos como cremas hidratantes o sérums.
Estos productos son esenciales, ya que complementan y aceleran el proceso de hidratación de la piel que se realiza de forma natural. Además, existen de diferentes tipos y con diferentes finalidades. Por ejemplo, mientras que algunas cremas tienen el único propósito de hidratar, otras sirven también para combatir los signos de la edad, y el serum es muy bueno para dar luminosidad a la piel. También existen variaciones según la edad de quien vaya a usar estos productos e, incluso, en qué momento del día vaya a usarlos.
Lo que sí es un factor a tener en cuenta es que todo aquello que se vaya a utilizar sobre la piel debe tener una buena calidad. Por ejemplo, la marca Saper es una buena opción, la cual posee una cosmética 100% natural, sin derivados del petróleo, siliconas, parabenos o alcohol, además, garantiza la mejor calidad en sus productos, todos ellos testados por los mejores centros de belleza.
En definitiva, si todavía no tienes una rutina de hidratación para la piel o si hasta ahora no le has dado la importancia necesaria, es el mejor momento para lanzarte a hacerlo y para empezar a cuidarte, especialmente ahora que se acerca el verano, están llegando las altas temperaturas y el sol puede hacer que la piel se resienta.