Hace dos años y medio, Adam Castillejo, previamente conocido como el “paciente de Londres”, terminó la terapia antirretroviral contra el VIH. Se sometió a un trasplante de células madre para tratar el linfoma y su donante portaba una mutación conocida como CCR5-delta 32, que lo hizo resistente al VIH.
Ahora, Adam Castillejo se ha convertido en la segunda persona que se ha curado del VIH, puesto que, después de todo este tiempo, permanece libre del virus, según reveló un estudio publicado por la revista The Lancer HIV.
Los investigadores consideran que, al tratar su linfoma, creen que Castillejo, que ahora tiene cuarenta años, se curó del VIH.
Castillejo fue declarado libre de VIH el año pasado, 18 meses después de suspender la terapia antirretroviral después de un trasplante de células madre o médula ósea para tratar un tipo de cáncer de sangre.
El VIH (Virus de la inmunodeficiencia humana) es una infección viral, de por vida, que ataca el sistema inmunitario del cuerpo y puede tener importantes consecuencias para la salud. No existe una cura ampliamente disponible, pero el virus es tratable con una combinación de medicamentos conocidos como terapia antirretroviral, que reduce la cantidad de virus en la sangre de una persona. Además, se puede prevenir mediante PrEP, que fue aprobado por la Administración de Drogas y Alimentos de los Estados unidos en 2012.
Según ONUSIDA (Programa Conjunto de las Naciones Unidas sobre el VIH/sida), en 2018 había 37,9 millones de personas que vivían con VIH en todo el mundo.
A diferencia del paciente de Berlín, identificado más tarde como Timothy Ray Brown, Castillejo se sometió a un solo trasplante de células madre en lugar de dos y no recibió radioterapia en todo el cuerpo como parte de su tratamiento. Por tanto, es un paso hacia un enfoque de tratamiento menos intensivo.
“Nuestros hallazgos muestran que el éxito del trasplante de células madre como una cura para el VIH, que se informó por primera vez hace nueve años en el paciente de Berlín, se puede repetir”, explicó Ravindra Gupta, autor principal del estudio y profesor de microbiología clínica de la Universidad de Cambridge.
El equipo indicó que, durante el periodo transcurrido desde el último informe, llevaron a cabo más pruebas después de las investigaciones de una serie de quejas médicas, lo que les permitió buscar la presencia de VIH en variedad de tejidos.
En este sentido, no solo no se encontró ningún virus activo capaz de multiplicarse dentro de la sangre, sino que tampoco se encontró dicho virus en el líquido cefalorraquídeo, el intestino, el esperma o los ganglios linfáticos.
“Proponemos que estos hallazgos representan la cura del VIH-1”, comenta el equipo, que dice que encontraron algunos rastros del ADN del virus en ciertas células, incluidas algunas células blancas de la sangre, pero que son “callejones sin salida” porque no pueden dar lugar a más virus.
“Es importante tener en cuenta que este tratamiento curativo es de alto riesgo y solo se utiliza como último recurso para pacientes con VIH, que también tienen neoplasias hematológicas potencialmente mortales”, comentó Gupta. “Por lo tanto, este no es un tratamiento que se ofrecería ampliamente a los pacientes con VIH que reciben tratamiento antirretroviral exitoso”.