Un nuevo virus mortal. Miles de personas infectadas. Sin cura. Sin vacuna.
El Nuevo Coronavirus 2019 (nCoV) ha atraído la atención del mundo entero y ha despertado la alerta sanitaria en Asia y en el resto del mundo. Y no es para menos. El Ministerio de Salud de China confirmó, ayer, que se superaron el millar de muertos por el brote del nuevo coronavirus y se alcanzó la cifra de 1.106 fallecidos. Además, confirmaron 42.638 casos de personas afectadas en 31 provincias chinas.
No es la primera vez que la humanidad se enfrenta a brotes de este tipo –Ébola o Zika-, pero sí que hay algo que diferencia el Nuevo Coronavirus del resto: la vacuna. Mientras que con los brotes anteriores el desarrollo de la vacuna tardó muchos años, con el Nuevo Coronavirus se trabaja a contrarreloj y su investigación se puso en marcha horas después de identificar el virus.
En este sentido, las autoridades chinas publicaron su código genético muy rápido. Una información que ayuda a los científicos a determinar de dónde, probablemente, vino el virus, a saber cómo podría mutar y cómo proteger a la gente contra él.
Con los avances tecnológicos y el compromiso que existe en todo el mundo para fundamentar sobre las enfermedades emergentes, las instalaciones de investigación no tardaron en empezar a investigar una cura.
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Velocidad sin precedentes
En el laboratorio Inovio, en San Diego, científicos están usando un nuevo tipo de tecnología de ADN para desarrollar una vacuna potente: “INO-48000” –como es llamado actualmente-. La intención es que comiencen los ensayos con humanos a principios de verano.
Kate Broderick, vicepresidente de la investigación y desarrollo en Inovio, explica: “Una vez China proporcionó la secuencia de ADN de este virus, fuimos capaces de poner este proyecto en marcha a través de nuestro ordenador tecnológico del laboratorio y diseñar una vacuna en tres horas”.
“Nuestras vacunas de medicina de ADN son novedosas en el sentido de que se usan secuencias de ADN del virus para atacar partes específicas del patógeno que creemos que el cuerpo montará la respuesta más fuerte”, añade Broderick.
Asimismo, en este sentido indica: “Usamos las propias células del paciente para convertirlo en una vacuna, fortaleciendo los mecanismos naturales de respuesta del cuerpo”.
Inovio sostiene que si las pruebas iniciales en humanos son un éxito, se realizarían pruebas más grandes, idealmente en un escenario de brote en China, “para el finales de año”.
No obstante, es imposible predecir si este brote habrá terminado para entonces, pero si la cronología de Inovio llega a ser eficaz, la compañía dice que será la vacuna más rápida que ha sido desarrollada y testada en una situación de brote.
El último virus similar –Sars- surgió en 2002. China fue lenta en dar a conocer lo que estaba pasando en el país, así que, cuando llegó el momento de empezar a trabajar en la vacuna, el brote casi había acabado.
La cronología del «2019-nCoV»
- 31 de diciembre de 2019. China alerta a la Organización Mundial de Salud (OMS) sobre una oleada de neumonía, en concreto en Wuhan.
- 1 de enero 2020. El mercado de mariscos y animales, donde se creía que estaba el centro del brote, se cierra.
- 9 de enero. La OMS dice que la infección es causada por un nuevo tipo de coronavirus.
- 10 de enero. China comparte el código genético del nuevo virus.
- 11 de enero. Científicos empiezan a trabajar en una vacuna y también se confirma el primer muerto.
- 13 de enero. El virus se extiende al extranjero, por primera vez, con un caso en Tailandia.
El trabajo en este laboratorio está siendo, además, financiado por la Coalición para las Innovaciones en la Preparación para las Epidemias (CIPE), que está compuesto y financiado por los gobiernos y organizaciones filantrópicas de todo el mundo.
Esto fue creado después de las secuelas del brote de Ébola, en el oeste de África, para proporcionar financiación y acelerar el desarrollo de vacunas de nuevas enfermedades.
La Doctora Melanie Saville, directora de la investigación y el desarrollo de la vacuna en Cipe, dijo: “La misión es asegurarse de que el brote ya no es una amenaza para la humanidad y desarrollar vacunas para emergencias con enfermedades infecciosas.”
«Pinza molecular»
CIPE está, además, financiando otros dos programas que desarrollan una vacuna para este nuevo coronavirus.
La universidad de Queensland está trabajando en una vacuna “pinza molecular”, que, según indican, “permite una vacuna selectiva y la rápida producción de vacunas contra múltiples patógenos virales.”
Por otro lado, Moderna inc en Matachusen también ha unido sus fuerzas con el Instituto Nacional de Alergia y enfermedades infecciosas de los Estados Unidos para acelerar esta investigación.
La OMS coordina esta búsqueda global de la vacuna para el Nuevo Coronavirus. Es más, sostiene que sigue el progreso de varias instalaciones de investigación, donde incluye las tres apoyadas por CIPE.
Aunque los esfuerzos por salir a la luz con una vacuna para el Coronavirus se han acelerado, los investigadores están todavía en una fase temprana, en todas las instalaciones en las que se trabaja, para encontrar una vacuna. Esto es porque los ensayos clínicos llevan tiempo y es mejor que se elaboren en un entorno de brote.
Además, no hay garantía de que el diseño, que se está elaborando actualmente, sea suficiente, seguro y efectivo para ser usado con el brote en China.
Ana María Henao, desde el programa de Emergencias en salud de la OMS, explicó: “Hemos desarrollado un marco de trabajo para tomar decisiones sobre qué vacuna candidatas debe ser testada primero.”
“Los expertos considerarán una serie de criterios, incluido un perfil de seguridad aceptable, inducción de respuestas inmunológicas apropiadas y la disponibilidad oportuna de los suministros suficientes de las dosis de vacuna. Entender la enfermedad, sus reservas, su transmisión, su gravedad clínica y la elaboración de medidas eficaces para contrarrestarla es fundamental para el control del brote”, asegura Henao-Restrepo.
De esta forma, la OMS debe decidir que vacuna debe ser testada primero en humanos en los próximos días.