La buena higiene del sueño son todas aquellas medidas encaminadas a conseguir un sueño de calidad que permita el adecuado descanso de las personas.
El ser humano necesita dormir y esto sucederá de forma natural aunque el individuo no quiera. Sin embrago, no se trata solo de dormir, es necesario un número suficiente de horas y que el sueño sea de calidad, es decir, que sea reparador y que permita restaurar el organismo para afrontar la posterior etapa de vigilia.
Es bien conocido que practicar ejercicio contribuye a una mejor calidad del sueño, pero en las recomiendas para una correcta higiene del sueño se ha aconsejado no hacer ejercicio por la noche debido a los posibles efectos adversos en el sueño.
Se ha recomendado evitar hacer ejercicio físico a última hora del día, ya que activa el organismo.
Jan Stutz, Remo Eiholze y Christina Spengler han llevado a cabo una versión sistemática pubicada en Sport Medicine para ver en qué medida el ejercicio nocturno afecta el sueño y si variables como la intensidad o la duración del ejercicio sonaspectos a tener en cuenta para una correcta higiene del sueño.
Los autores concluyeron a partir de los estudios revisados que el ejercicio nocturno NO afecta negativamente el sueño. De hecho es todo lo contrario, parecer ver beneficio en el descanso durante el sueño entre la población que practica ejercicio físico nocturno. Sin embargo, la espera a la inducción del sueño, el tiempo total de sueño y la eficiencia del sueño pueden verse afectados después de un ejercicio vigoroso que termina en menos de 1 h antes de acostarse.
