La desnutrición infantil es el resultado de la ingesta insuficiente de alimentos (en cantidad y calidad), la falta de una atención adecuada y la aparición de enfermedades infecciosas. Detrás de estas causas inmediatas hay otras subyacentes, pero en el origen de todo ello están las causas básicas que incluyen factores sociales, económicos y políticos como la pobreza, la desigualdad o una escasa educación de las madres.
Una ONG con gran impacto internacional, Save The Children, a partir de los datos recogidos de la ONU cifran en casi 85000 los niños fallecidos por culpa de la maltrunición aguda por déficit entre abril de 2015 y octubre de 2018 desde que aumentaron las hostilidades bélicas en Yemen.
Han pasado casi cuatro años desde que empezó el brutal conflicto en Yemen, Naciones Unidas afirma que cerca de 14 millones de personas corren el riesgo de sufrir una hambruna. Esta cifra es más preocupante desde que la coalición liderada por Arabia Saudí y Emiratos Árabes Unidos llevó a cabo un bloqueo de un mes de duración a Yemen hace poco más de un año.
Desde entonces, las importaciones comerciales de alimentos se han reducido.
De tal modo, que los alimentos son insuficientes para satisfacer las necesidades de la población.