Cuando se piensa en la salud del cerebro, las personas se centran en afecciones como el alzhéimer, pero lo cierto es que el riesgo de enfermedades neurodegenerativas no debería ser la única razón para cuidar nuestro cerebro a lo largo de nuestra vida.
A medida que envejecemos, nuestro cerebro envejece con nosotros, lo que genera efectos como una memoria irregular o la reducción de la masa cerebral. Sin embargo, existen formas de ayudar a mantener el cerebro “en forma” durante más tiempo y ralentizar su inevitable envejecimiento.
En este sentido, también hay algunos factores clave que influyen en la salud del cerebro durante toda la vida, relacionados con la salud cardiovascular.
Existe una fuerte evidencia de que la salud del cerebro y la salud cardiovascular están estrechamente relacionadas, por lo que el daño al corazón y al sistema vascular puede afectar negativamente al cerebro.
Así, en 2017, la Asociación Americana del Corazón (AHA) elaboró una guía en la que mencionaba siete factores clave a tener en cuenta cuando se trata la salud cardiovascular: presión sanguínea, colesterol, azúcar en la sangre, nivel de ejercicio, dieta, peso corporal y estado de tabaquismo.
Además, según esta entidad, la hipertensión, el colesterol alto, el alto azúcar en sangre alto, un estilo de vida sedentario, una vida deficiente, un índice de masa corporal alto y el tabaquismo ponen en riesgo la salud cardiovascular. No obstante, hay una buena noticia: todos estos factores son ambientales, por lo que las personas pueden tomar medidas para modificarlos.
Ahora, en una nueva declaración científica, la AHA vuelve a reiterar la importancia de estos siete factores para mantener la salud, no solo del sistema cardiovascular, sino también del cerebro. Asimismo, también proporciona pautas para los médicos de atención primaria, instruyéndoles sobre lo que deben tener en cuenta cuando aconsejan a sus pacientes sobre cómo mantener o mejorar su salud cerebral.
Además de esta estrategia, denominada Life’s Simple 7, los autores de esta declaración también argumentaron que hay otros seis factores cruciales cuando se trata de la salud del cerebro y que influyen en la capacidad cognitiva a lo largo del tiempo: la depresión, aislamiento social, consumo de alcohol, trastornos del sueño, educación insuficiente y pérdida auditiva.
Lo cierto es que los esfuerzos e intervenciones con el objetivo de mantener la salud del cerebro son muy importantes, puesto que el deterioro cognitivo puede tener un fuerte efecto negativo en la calidad de vida de una persona. Por eso, es esencial que tengamos una buena salud de nuestro cerebro, puesto que es uno de los aspectos más cruciales de la integridad y bienestar del individuo consciente.
