El Covid ha ido evolucionando y con él las medidas de contención que llevamos dos años realizando.
Una de las cosas de las que me he dado cuenta en estos años de pandemia, es que nuestra mente se acostumbra rápido a los cambios, incluso a aquellos que no nos gustan o que son muy extraños.
El uso de la mascarilla ha supuesto un reto, especialmente en verano.
Saber que ya no es obligatorio llevar puesta la mascarilla, no siempre nos libera, especialmente cuando la ansiedad nos acompaña.
Dificultades al dejar la mascarilla
La mascarilla se convirtió en una gran medida de protección contra el Covid y hemos empezado a verla como señal de seguridad. Por eso, al abandonarla, podemos tener diferentes reacciones emocionales:
Libertad: Para muchas personas, dejar de usar la mascarilla, es una liberación. Podemos respirar mejor, nuestras sonrisas se empiezan a ver de nuevo y sentimos que conectamos mejor con los demás. Esta sensación de libertad, nos ayuda a recuperar la seguridad en nosotros mismos.
Miedo y ansiedad: Para otras personas, abandonar la mascarilla les produce miedo al contagio propio y al de otros seres queridos, especialmente cuando se encuentra en multitudes. El miedo al contagio se ha ido diluyendo a lo largo de los meses, pero en aquellos casos en los que ha surgido ansiedad, la retirada de la mascarilla puede agudizar los signos de ansiedad.
La ansiedad, además de síntomas físicos como taquicardia, hiperventilación, nerviosismo, temblores, dolores de espalda y cabeza. También provoca síntomas cognitivos como los pensamientos catastrofistas. Estos pensamientos, anticipan que van a ocurrir cosas extremadamente malas. Y en el caso de la retirada de mascarillas, se pueden centrar en el contagio propio y ajeno y las consecuencias de dicho contagio para nuestra salud.
Ante la ansiedad, la mascarilla continúa siendo una señal de protección que reduce el malestar de la ansiedad.
Desprotección e inseguridad: En la peor etapa de la pandemia, no llevar mascarilla nos exponía más al virus. Por eso en la etapa de retirada de mascarilla, muchas personas se sienten desprotegidas e inseguras. El Covid siempre ha sido un “enemigo invisible” y eso hacía que pudiéramos tener miedo incluso de salir a la calle. Nuestra mente se adapta a los cambios, pero a veces necesita un tiempo para convencerse de que ya es seguro no llevar esta protección.
Angustia y malestar emocional: Si sentimos miedo, ansiedad e inseguridad, también experimentamos angustia y malestar emocional en la retirada de la mascarilla. La angustia es una sensación interna de agobio, para algunos autores, la angustia es sinónimo de sufrimiento. Aceptar que sentimos angustia, es el primer paso para liberarnos de ella. Cualquier cosa que sientas, está bien, no te fuerces.
Pautas para abandonar la mascarilla
Yo soy partidaria de una retirada paulatina de la mascarilla, especialmente en aquellas personas que sienten ansiedad y una gran desprotección.
Considero que dejar la mascarilla, es un proceso y como tal, debemos ir acostumbrando a nuestro cuerpo y mente a relacionarse sin ella. Algunos consejos para dejarla poco a poco, son…
- Comienza quitándote la mascarilla en lugares donde no haya mucha gente. Puede ser en un parque, en la naturaleza o en la calle cuando no haya aglomeraciones.
- Después, puedes quitarte la mascarilla en sitios cerrados cuando no haya mucha gente. Aprovecha el pasillo del supermercado para quitártela o el banco cuando hay poca gente.
- En el trabajo, prueba a quitarte la mascarilla cada 2 horas y quédate al menos 30 minutos sin ella. De esta manera, tu mente se irá acostumbrando a la libertad de no llevar nada en tu cara.
- Si sientes ansiedad, en lugares con mucha gente o donde no haya mucha ventilación, lleva la mascarilla en tu bolso o mochila y cuando sientas que la intensidad de tu angustia, se eleva, póntela. Cuando abandones ese lugar, vuelve a quitártela y a respirar de manera profunda, sintiendo el flujo del aire en tu cuerpo.
- Y si te agobias al llevar la mascarilla en el transporte público (donde aún es obligatorio), utiliza las sensaciones de tu nariz y boca para conectar más profundamente con tu respiración. Explora las sensaciones al respirar, el aire fresco al inspirar y el caliente al exhalar. De esta manera, el uso obligatorio de la mascarilla, se convertirá en un medio para conectar más contigo mismo.
En la retirada de la mascarilla, como todo en la vida, escúchate, explora por qué surge tu ansiedad y miedo. Y si sientes que esta ansiedad se ha elevado mucho de intensidad y te dificulta la vida, busca ayuda de un psicólogo que te enseñe a convivir con la ansiedad y a regularla.
Puedes contactar conmigo si te decides por la psicología online. Puedes escribirme desde aquí
Abandonar la mascarilla es un proceso… date tiempo