Las emociones nos hacen humanos, son la clave de quienes somos. Temidas por muchos, rechazadas por tantos otros e inexistentes para algunos más, las emociones son compañeras de vida que nos ayudan a encontrar nuestro camino y a conocernos más.
El estrés, la ansiedad, la depresión, la angustia e incomodidad con la vida, hace que nos distanciemos de las emociones, porque cuando tenemos nuestra mente llena, no podemos sentir nuestras emociones… es una cuestión del espacio y energía mental que tenemos disponibles.
Actitudes ante las emociones
Tal vez nunca te has planteado cuál es tu actitud ante las emociones. Esto es porque has aprendido a responder de manera automática a ellas. Pero no todas estas respuestas son óptimas y saludables para tu mente y mundo emocional.
Cuando tememos las emociones… Cuando sentimos las emociones muy intensamente, como ocurre cuando sentimos ansiedad, estamos en duelo o debemos afrontar una situación que nos da miedo, podemos llegar a temer que aparezcan estas emociones.
Porque su presencia nos impide llevar una vida “normal”, sin sobresaltos. Y cuanto más tememos la aparición repentina de la ansiedad, la tristeza o el miedo, más probable es que aparezcan estas emociones. Y esto ocurre porque en nuestra mente, despertamos a esas emociones intensas, las traemos a la vida a través de nuestra atención. Por eso, no anticipes la llegada de esa emoción y déjala ser como es.
Cuando rechazamos las emociones… Este mecanismo de defensa, lo usamos habitualmente ante emociones muy intensas que nos producen sensaciones desagradables. Hemos aprendido que debemos rechazar lo que no nos gusta y lo que no hace sentir mal.
Sin embargo, yo te propongo otra cosa… tal vez te parezca una idea revolucionaria, pero es muy antigua. En lugar de rechazar las emociones y situaciones desagradables, quédate en ellas, obsérvalas, siéntelas y desentraña lo que de verdad te angustia o te desagrada.
La emoción que nos hace sentir mal, solo es una señal de algo que no encaja, es una llamada de atención para que averigüemos más de nosotros mismos.
Recuerda que aquello a lo que nos resistimos, persiste. Por eso, cuanto más rechazas una emoción, más presente está en tu vida. Sustituye el rechazo por aceptación de lo que sientes… no quiere decir que te guste, tan solo indica que eres consciente de cómo es esa emoción.
Cuando estamos anestesiados emocionalmente… Otra posibilidad es sentirnos embotados emocionalmente, es decir, que ya no sentimos las emociones. Este signo es vivido como algo extraño… porque en el fondo sabemos que tenemos que sentir las emociones. Esta anestesia emocional puede surgir por muchas razones…
- Una vida entera reprimiendo emociones que ya no se expresan por medio del afecto, pero que comienzan a surgir como somatizaciones en el cuerpo.
- Un exceso de contenidos en la mente. Demasiadas preocupaciones, pensamientos y emociones, hacen que terminemos por no sentir nada.
- Es un síntoma relativamente habitual ante los trastornos de ansiedad, la depresión, los traumas o incluso los duelos.
Cuando nos adentramos con curiosidad en nuestra mente y empezamos a descargar ese espacio mental ocupado por preocupaciones y pensamientos, las emociones vuelven a su manera habitual de expresión.
Cuando aceptamos las emociones… Este es el estado ideal, pero no siempre es posible. Como ya has comprobado, hay miles de razones por las que nos desconectamos de las emociones. Sin embargo, te diría que el único camino hacia una vida plena, es la aceptación.
Aceptar una emoción no significa que nos guste, simplemente aceptamos cómo es en este instante. Y la aceptación nos ayuda a tener curiosidad y esa curiosidad es la que nos permite conocernos más y regular lo que sentimos.
Como verás, la aceptación no es rápida. Es un proceso en el que nos auto-descubrimos, donde comenzamos a vivir desde una actitud de apertura y no de rechazo. La aceptación es el único camino para vivir de manera equilibrada.
Los lemas de las emociones
Gran parte de nuestra confusión mental, proviene de una mala interpretación del mensaje de las emociones. A mí también me ha pasado y he necesitado tiempo para comprender los mensajes de cada emoción. Por eso voy a compartir contigo el lema de cada emoción, para que puedas comprender al fin lo que quieren decirte.
TRISTEZA = “Me conmueve algo”. La tristeza nos señala algo que nos conmueve. Tal vez sea una pérdida importante para nosotros, tal vez sea ver sufrir a otra persona, tal vez surge por nosotros mismos. La función de la tristeza, es aislarnos para dar salida a esta tristeza y también nos ayuda a buscar ayuda y consuelo en otros.
MIEDO = “Ten cuidado, sé precavido”. El miedo trata de ponernos a salvo ante una amenaza que pueda herirnos profundamente o incluso ser una amenaza para nuestra supervivencia. La función del miedo es mantenernos con vida, por eso nos hace responder de diferentes maneras… huyendo, evitando o quedándonos congelados. Estas respuestas nos han ayudado a sobrevivir a lo largo de miles de millones de años.
ANSIEDAD = “Mantente preparado y alerta”. La ansiedad nos ayuda a seguir alerta ante la posibilidad de un peligro que no ha desaparecido del todo. La emoción que está detrás de la ansiedad, es el miedo. La función de la ansiedad es anticipar lo que puede ir mal para dar una respuesta rápida y así sobrevivir a las amenazas.
ENFADO = “Voy a defenderme y poner límites”. La ira nos ayuda a defendernos de otras personas o situaciones que puedan herirnos u ofendernos. La función del enfado es defender límites que hemos creado en nuestra vida. La clave está defendernos desde la calma y no desde la pérdida de contacto con nosotros mismos.
CULPA = “Sé coherente contigo, sé genuino”. La culpa surge cuando sentimos que nos hemos comportado de una manera que no nos representa. La función de la culpa es no repetir esas conductas que nos hacen sentir mal y que nos impiden ser coherentes con quienes somos. Sustituye la culpa por responsabilidad y atiende a cómo quieres ser en el mundo.
VERGÜENZA = “Escóndete, que nadie te vea”. La vergüenza surge por temor a mostrarnos tal y como somos y a las críticas que otras personas puedan hacer sobre nosotros. El mensaje de la vergüenza es que nos escondamos para evitar las críticas. Su función es la de conocernos más, dejar a un lado las comparaciones y ser quienes somos.
ESPERANZA = “Todo es posible, confía”. La esperanza es una emoción que nos llena de optimismo ante la vida. Su función es la de hacernos confiar en nosotros y en la propia vida para ser quienes somos realmente y atrevernos a superar nuestros miedos. La esperanza nos ayuda a ver la luz en las sombras.
Creo que en este post has aprendido bastante sobre las emociones, pero si quieres aprender aún más, te invito a registrarte gratis a un curso MOOC gratuito donde hablo de seis emociones. Si te interesa, haz click aquí.
Las emociones son mensajeras a quienes debemos escuchar