La vida nos trae retos y lo hace para que aprendamos, para que evolucionemos.
El problema es que en ocasiones nos planteamos metas y expectativas tan altas, que es muy difícil que las podamos cumplir.
Y cuando eso ocurre, nos hundimos porque sentimos que no valemos, que somos incapaces de cumplir lo prometido a otros o a nosotros mismos.
Por eso es tan importante ser conscientes de nuestras capacidades, de nuestro tiempo y esfuerzo, para así plantearnos metas alcanzables.
CREANDO EXPECTATIVAS CONSCIENTES
Nuestras expectativas son la esperanza que tenemos de lograr algo. Normalmente lo que esperamos de la vida, marca las metas y objetivos que nos planteamos.
Cada persona tiene unas metas que son importantes: el trabajo, crear una familia, los estudios, ser cuidador de un ser amado, algo que aportar al mundo, etc. Cada persona es única y marca sus propias metas.
Para crear expectativas conscientes, debes tener en cuenta varias cosas:
Esfuerzo empleado: Antes de nada, debes identificar la cantidad de horas o meses que tendrás que invertir para lograr tu meta. Si el tiempo que empleas en ello te va a quitar horas de descanso y de sueño, replantéate tu expectativa a algo un poco menos ambicioso. Porque si no te cuidas, será más difícil que alcances la cumbre.
Tiempo requerido: Sé que esto no siempre es fácil porque no podemos adivinar con antelación el tiempo que nos llevará alcanzar cierta meta. Pero estoy segura de que antes de ir hacia ella, ya sabes la acumulación de responsabilidades que tendrás. Por eso hazte consciente de las cosas a las que tendrás que renunciar para alcanzar una meta tan alta.
Conocimientos que posees y que te faltan: Saber hacer algo es clave para poder lograr tus expectativas. Identifica si ya tienes todos los conocimientos que necesitas para alcanzarlas y si no los tienes todos, sé consciente de que deberás formarte, lo que te quitará tiempo que podrías invertir en el trabajo de subida hacia la meta.
No todo depende de ti: La vida es maravillosa, pero a veces trae hasta nosotros cosas inesperadas. Por eso, cuando definas tus expectativas o metas, debes dejar cierto margen para imprevistos inesperados. Saber que las cosas cambian, te ayudará a ser más flexible y a adaptarte a este mundo cambiante, frustrándote menos por el camino de ascenso.
Costes de alcanzar tu expectativa: Creo que esto es esencial. Siempre que nos marcamos una meta, estamos aceptando que ciertas cosas vendrán hasta nosotros, pero que otras deberán desaparecer. Antes de marcarte una meta o expectativa muy alta, reflexiona sobre los costes, aquello a lo que deberás renunciar y observa si hay un equilibrio entre lo que deseas y aquello a lo que estás dispuesto a renunciar.
Como ves, las expectativas conscientes surgen cuando te tomas tiempo, cuando observas tu mundo interno y el mundo externo que te rodea.
Creo que las expectativas y metas requieren un tiempo de planificación, porque ellas guiarán nuestra vida.
Muchas personas se dejan llevar por la ambición o el deseo de alcanzar cierto estatus, y se olvidan de lo que dejan en el camino. Por eso muchas veces, cuando llegamos a la cumbre, sentimos que no tiene sentido y terminamos rechazando lo que tanto esfuerzo nos ha costado lograr.
Vivir conscientemente requiere un esfuerzo, es estar en un estado de observación constante de nuestra vida externa e interna. Y aunque supone dedicarnos tiempo para reflexionar, creo que es una de las mejores cosas que podemos hacer, porque de esa manera nos empoderamos.
Y cuando recuperamos nuestro poder interno, todo es posible. Cuando nos empoderamos, creamos la vida que deseamos, una vida en la que la felicidad se queda con nosotros.
EJERCICIO PRÁCTICO
Haz una lista de 3 a 5 expectativas que tienes hoy. Después, con cada una de ellas, identifica el tiempo y esfuerzo que te llevará cumplirlas.
Identifica también las cosas a las que deberás renunciar y lo que supone para ti. Una vez que hayas hecho esto, reflexiona si estás sobrevalorando tus capacidades y si es así, reformula tus expectativas para que sean más sencillas de alcanzar.
Tú marcas tus metas y expectativas… sé consciente