La Navidad ha llegado… se ha colado en nuestra vida de manera silenciosa, pero aquí está.
Tal vez tu mente solo se fija en lo caótico que ha sido este año, en las restricciones que hemos vivido y que seguimos viviendo… nuestra mente es así, le encanta repasar las cosas que juzgamos como negativas.
Pero hoy quiero mostrarte otra perspectiva, una manera alternativa de vivir las fiestas navideñas sin que tu mente se haga súper-poderosa y te impida disfrutar de este tiempo extra que siempre tenemos en el final del año.
¿Cómo puedo vivir la navidad en el presente?… Probablemente te parezca una locura que te diga que puedes vivir la Navidad en el presente… con la que está cayendo. Son unas navidades atípicas… eso es cierto, pero creo que han llegado para mostrarnos que la vida puede ser de otra manera, que las fiestas navideñas podemos vivirlas plenamente y con más calma.
El Covid-19 sigue siendo una realidad para nosotros y cuando te digo que las vivas en el presente, no me refiero a que veas el telediario y te dejes llevar por el miedo que nos embarga cuando nos bombardean con noticias negativas.
Cuando hablo de vivir en el presente, me refiero a que vuelvas a ti, a tu cuerpo, que calmes a tu mente, que regules tus emociones y que te dediques tiempo. Sé que son muchas cosas, pero hay una estrategia esencial que cuando la practicas, logras todas estas cosas (y algunas más). Esa estrategia es…
¡RESPIRAR CONSCIENTEMENTE!
Sí, así de fácil… tan solo tienes que sentarte con calma, cerrar los ojos para desconectarte de tu entorno y conectar profundamente contigo y después llevar tu atención a la respiración, observando cómo inspiras y cómo espiras… perdiéndote en ese ritmo tranquilizador.
Te lo quiero poner aún más fácil y por eso te regalo una meditación basada en la respiración consciente donde podrás contactar con las tres anclas de tu respiración en el cuerpo. Solo tienes que acceder a esta página.
Viviendo las tradiciones plenamente… Las navidades son tiempos de tradiciones… y no, no me refiero solo a las tradiciones que la iglesia católica ha traído hasta nosotros. Me refiero a las tradiciones familiares… compartir comidas, cenas, compartir momentos juntos o incluso tradiciones que han pasado de generación en generación.
Mi madre y yo tenemos una tradición… consiste en hacer pastas navideñas, en concreto son las “Vanillekipfeln”, unas maravillosas pastas de navidad hechas a base de almendras y con un profundo aroma a vainilla. Esta receta la consiguió cuando trabajaba en una empresa alemana y desde joven ella siempre las ha hecho por navidad. Cuando yo llegué a la adolescencia, comencé a hacerlas con ella y ya se ha convertido en nuestra tradición navideña.
Para hacer estas pastas, dedicamos toda una tarde a ellas, lo que supone unas 5 horas de trabajo constante de crear una base fina de masa y hacer figuras con diferentes formas. Después van al horno y cuando se han enfriado un poco, se espolvorean con azúcar glas.
Esta tradición requiere esfuerzo y en ocasiones se suma al cansancio que ya llevo arrastrando hacia final de año, pero hacer estas pastas me ayuda a conectar más conmigo misma y con mi madre, compartiendo un momento juntas, perdiéndome en cada figura, sintiendo el presente cien por cien… ¿Tú también tienes alguna tradición familiar navideña?
Regulando nuestras emociones en las Navidades… Esta época del año se convierte en un gran estresor porque supone reunirnos con mucha gente, lo que nos lleva a recordar más intensamente las ausencias. También es habitual que en las Navidades nos podamos sentir más cansados y eso desequilibra nuestro mundo emocional. Hay algunos consejos muy sencillos que puedes seguir para regular tus emociones en estas fechas:
- Cualquier emoción que sientas, está bien.
- La tristeza te puede acompañar… escúchala y llora cuando lo necesites.
- Comunica a tus seres queridos cómo te sientes y déjate acompañar en tus emociones.
- Dedícate tiempo, escúchate y busca actividades que te calmen y serenen.
- Expresa tus emociones de manera creativa: dibuja, escribe, pasea por la naturaleza.
- Quiérete y acoge cualquier emoción que nazca de ti.
Disfrutando de una mayor intimidad… Una de las cosas que esta pandemia global nos está mostrando, es el valor de cada cosa que podemos hacer y de las personas que están con nosotros cada día. Este año tenemos que sustituir las grandes cenas y comidas con muchos familiares y amigos, por otras más íntimas.
Yo no creo que esto sea malo, en realidad nos ayudará a conectar más con nuestros seres amados y a estar más presentes con ellos. Cuando hay demasiada gente y demasiado ruido, no podemos centrarnos y cuando eso me ocurre a mí, siento que no estoy en el presente, siento que me alejo de los demás porque estoy saturada de estimulación.
Debo decirte que yo soy introvertida y disfruto de las celebraciones íntimas, pero si eres extrovertido y te gusta estar rodeado de mucha gente, estas navidades pueden ser perfectas para socializar con más calma y serenidad.
Creando propósitos conscientes en el nuevo año… Un nuevo ciclo comienza el 1 de enero y solemos sentir que necesitamos crear nuevas metas y propósitos para el año entrante. Eso está muy bien, pero crea propósitos conscientes, para ello puedes…
- Marcarte metas alcanzables.
- Crear hábitos que te permitan alcanzar esa meta.
- No te aceleres… ve paso a paso hasta llegar donde quieres.
- Piensa en positivo y siente que lograrás lo que te propones.
- Regula tus emociones para decidir conscientemente.
- Las decisiones conscientes requieren que cuides tu mente, te dediques tiempo, respires conscientemente, seas paciente y si puedes meditar de manera habitual, mucho mejor.
Las navidades llegan para ser vividas plenamente… Disfrútalas, dedícate tiempo.
