Gestionar en cualquier ámbito y el sanitario no es una excepción precisa de una serie de características y valores muy claros y firmes, la gestión de manera tradicional se define como:
“Gestión es asumir y llevar a cabo las responsabilidades sobre un proceso, esto puede ser empresarial o personal, lo que incluye:
- La preocupación por la disposición de los recursos y estructuras necesarias para que tenga lugar.
- La coordinación de sus actividades (y correspondientes interacciones).y sus semejantes
El término gestión es utilizado para referirse al conjunto de acciones, o diligencias que permiten la realización de cualquier actividad o deseo. Dicho de otra manera, una gestión se refiere a todos aquellos trámites que se realizan con la finalidad de resolver una situación o materializar un proyecto. En el entorno empresarial o comercial, la gestión es asociada con la administración de un negocio“
Pero en los tiempos actuales: ¿La gestión debe seguir teniendo estas directrices actuales? ¿La gestión sanitaria debe evolucionar? ¿Aún sirve este modelo? ¿Estamos dispuestos a cambiar?
Sin lugar a dudas, la evolución de la sociedad en la búsqueda de un sistema sanitario mejor, está demandando un cambio de modelo, prueba de ello son las corrientes humanizadoras que han ido surgiendo en los últimos años, a imagen de Humanización de la Salud del pionero José Carlos Bermejo; iniciativas que pretenden un trato más humano en diferentes especialidades sanitarias: UCI, urgencias emergencias y catástrofes, oncología o radiología por citar las más relevantes, son prueba evidente de que se demanda un cambio de formas y procedimientos clásicos de actuación.
La gestión no debe ser ajena a esta corriente, y nosotros promulgamos abiertamente que “no se puede humanizar el sistema sanitario si no se gestiona con corazón, gestionar con H es nuestro objetivo”; es por ello que nació HUGES – Humanización de la gestión, una asociación multidisciplinar que pretende agrupar a todos aquellos que creen en una gestión sanitaria humana, personal y con corazón; ya que las personas actuamos por los impulsos que nos envía el cerebro, pero indiscutiblemente el trato interpersonal debe tener corazón, ya nos lo expone permanentemente nuestro admirado amigo Joan Carles March: la gestión debe hacerse con alma.
Por todo ello, estamos trabajando para cambiar el paradigma gestor, para dotar de un papel destacado y profesional a los gestores sanitarios, profesionalizando la gestión y sin dudarlo, poner sobre el papel la importancia de los profesionales, ya que a pesar de lo que habitualmente se dice, los profesionales son el verdadero centro del sistema, como se ha demostrado durante esta dura pandemia que nos está tocando vivir.
¿Cómo podemos cambiar el paradigma gestor?
Esta es la pregunta clave: ¿cómo vamos a conseguir cambiar hábitos y formas de actuar que llevan muchos años en activo? ¿Qué debe hacer un gestor sanitario para cambiar su manera de proceder?
En primer lugar desterrar los antiguos paradigmas de la gestión:
- El cambio se hace de arriba abajo
- El cambio es un proceso lineal
- El cambio genera resistencia
- El cambio es un problema para los RRHH
Nuestra propuesta se basa en lo que llamamos fuerzas impulsoras del cambio y que están basadas en:
- Una gestión debe ser sencilla y ágil, es la mejor manera de afrontar el cambio, alejar la gestión de la interminable burocracia, este simple cambio va a redundar ya no tan solo a los profesionales, sino también a los pacientes, sin duda es un cambio para mejorar el sistema, un cambio para mejor.
- Valores para una gestión con corazón
Gestionar con corazón, es gestión con proximidad, el llamado “management de proximidad” en una herramienta básica para la H en gestión, ya que procura en trato interpersonal directo:
- Conocimiento agregado de la H, desde el principio, aprovechando el know how de todos los miembros de la organización.
- Comunicación.
- Igualdad entre todos los actores del sector (pacientes, familias gestores, accionistas, profesionales etc.)
- Responsabilidad en la gestión del cambio, dentro del propio programa y de su implementación.
El Decálogo HUGES resume, de manera gráfica y fácil, los valores que debe tener un gestor humanizado, unos valores que cobran vigencia y vida cada vez que llega a un nuevo centro sanitario, y que es un ejercicio de puesta en escena de los valores imprescindibles para el ejercicio gestor con H.
Pero la H en gestión no es únicamente humanización, esta H engloba muchas más palabras que quieren dar forma a nuestro futuro modelo de gestión sanitaria:
¿Y la H que es?
- Humildad
- Honestidad
- Honradez
- Habilidades
- Hacer: predicar con el ejemplo
- Humor
- (H)empatía
- (E)tica
- Hablar y escuchar
- No hermetismo: transparencia
Si somos capaces de poder interiorizar como gestores que los profesionales no son únicamente un número, presupuestos u objetivos que cumplir, es cuando vamos a ser capaces de cambiar, de ofrecer a los profesionales un sistema mejor, más fidelizado, creando centros de trabajo magnéticos, donde se sientan parte de los mismos y cuidados para ofrecer sus mejores servicios a los pacientes, familiares y comunidad, y además sin lugar a duda aumentará la implicación.
Richard Branson de la multinacional Virgin enunció esta frase “Cuida de tus empleados porque ellos cuidarán de tus clientes”, sin lugar a dudas el cambio de modelo es fundamental, y depende de todos los implicados, es por ello que hay que estar dispuestos a cambiar, cambiar para mejor, cambiar para conseguir gestionar con corazón, dando prioridad al trato personal y personalizado con los empleados, con ello vamos a conseguir tener a los empleados contentos y a la vez motivados, lo que nos facilitará conseguir los objetivos fijados, logrando mejor atención, mejor calidad y mejores cuidados.
Esta es la clave: cuidar al profesional, o no es cierto que un profesional motivado, bien liderado, comprometido, fidelizado, en definitiva cuidado ¿no va a ofrecer mejores cuidados y atención de los pacientes y familiares? Este es el fin de una gestión humanizada: cuidar, palabra clave, esa palabra tan querida por unos y a veces postergada por otros. Humanización y cuidado no son sinónimos, pero si son y deben ser palabras convergentes, y con ello no hay que pensar que el sistema sanitario, sus profesionales y los gestores sean deshumanizados, nunca se ha planteado esta opción. Estas dos palabras: humanización y cuidado deben ir de la mano para crear un sistema sanitario más justo y mejor.