Un reciente estudio llevado a cabo por el Instituto de Diagnóstico Ambiental y Estudios del Agua (IDAEA-CSIC) ha revelado el hallazgo de hasta 11 sustancias químicas inéditas en la sangre del cordón umbilical de 69 bebés recién nacidos en Barcelona. Entre estos compuestos se destacan varios filtros ultravioleta (UV) ampliamente utilizados en la fabricación de cremas solares, así como parabenos, ingredientes de uso común en productos cosméticos.
La presencia de estos compuestos en la sangre del cordón umbilical podría tener efectos negativos en las etapas tempranas del desarrollo fetal e infantil, ya que se transfieren de la madre al feto a través de la barrera placentaria.
Aunque no es la primera vez que se detectan contaminantes en el cordón umbilical, este grupo de 11 compuestos, incluyendo los filtros solares de uso generalizado, genera una creciente preocupación. Estas sustancias químicas han sido identificadas recientemente en una variedad de muestras, lo que representa un riesgo tanto para la salud humana como para el medio ambiente.
La Dra. Sílvia Díaz-Cruz, investigadora del IDAEA-CSIC y autora principal del estudio, comenta: «Hemos detectado benzofenona-3 (oxibenzona), el filtro UV más utilizado a nivel mundial para la protección solar y que actualmente está prohibido en algunos países, en un 17% de las muestras de cordón umbilical que analizamos». Este disruptor endocrino afecta la reproducción y aumenta el riesgo de padecer endometriosis, infertilidad y complicaciones durante el embarazo y el parto.
Compuestos químicos detectados en el cordón umbilical
Otro de los filtros UV encontrados es la avobenzona, presente en el 15% de las muestras de cordón umbilical y detectada por primera vez en este estudio. La avobenzona es un componente común en cremas solares y otros productos para el cuidado corporal debido a su amplia protección contra la radiación solar. Sin embargo, este compuesto puede interferir con la acción natural de los estrógenos y favorecer el desarrollo de obesidad infantil. Además, se detectaron concentraciones elevadas de benzofenona-2, otro disruptor endocrino conocido.
La Dra. Díaz-Cruz destaca: «El problema con estos compuestos radica en que, al tratarse de contaminantes que han surgido recientemente como motivo de preocupación, no se ha establecido un límite de exposición humana en las regulaciones«. No obstante, en lo que respecta a los productos cosméticos, la legislación exige que la benzofenona-3 y la avobenzona no superen el 6% y el 4% del peso total del producto, respectivamente.
El equipo de investigación señala que la principal vía de exposición a estos compuestos es el contacto dérmico, aunque también pueden ingresar al organismo a través de alimentos o agua contaminada, así como por la inhalación de aire. Entre los otros productos químicos encontrados por primera vez en el cordón umbilical, se destaca la presencia del antioxidante MBM, utilizado como aditivo en envases plásticos.
«Dado el número limitado de muestras analizadas en nuestro estudio, estos resultados deben considerarse como una referencia preliminar para investigar la transferencia de compuestos químicos a través del cordón umbilical en una población más amplia», concluye la doctora. Los autores enfatizan la necesidad de realizar un seguimiento a largo plazo para conocer los posibles efectos negativos de estos compuestos y poder establecer regulaciones más adecuadas en términos de la salud humana y el medio ambiente.