Los pediatras de Atención Primaria consideran que todas las ausencias de compañeros deben ser sustituidas para mejorar la atención sanitaria, pero en el caso de no encontrar sustitutos, el trabajo extra debería ser compensado económicamente según corresponde al nivel profesional.
Los pediatras de Atención Primaria en España tienen una población adscrita de 1.000-1.400 niños y una media de visitas al día de 20-40. En los centros de salud suele haber, según la población adscrita, de 2 a 5 pediatras. Dado la falta de pediatras y los recortes que sufre la atención primaria desde hace decenios, cuando un profesional de esta especialidad está de baja o ausente, la Administración no cubre habitualmente su ausencia, de forma que les obliga a los pediatras a doblar o triplicar sus consultas. Esta realidad supone una sobrecarga y un estrés adicional para los especialistas, que aseguran que no se compensa económicamente. El Dr. Pedro Gorrotxategi, vicepresidente de AEPAP afirma que “de los 6.000 pediatras que hay en Atención Primaria, sólo 1.400 reciben una compensación adecuada por la sustitución de sus compañeros”.
Situación de pediatras por CC.AA
A continuación, se muestra el número de pediatras en función la situación actual de las diferentes Comunicades Autónomas. “En la totalidad de las CCAA se sustituye menos del 25% de las ausencias y en muchas de ellas no se realizan sustituciones prácticamente nunca”, asegura la Dra. Dolors Canadell, vocal de grupo de trabajo de la AEPap.
En la misma línea, la Dra. Marianna Mambié, pediatra de Atención Primaria y presidenta de la Asociación de Pediatría de Atención Primaria de las Islas Baleares (APapIB) y coordinadora autonómica, afirma que “la consecuencia principal de esta situación es la sobrecarga de las consultas porque los pediatras tienen que atender a niños de uno o dos cupos además de los propios, por lo que es muy difícil que la atención sea de calidad.
Una segunda consecuencia es que el sistema de salud de las CCAA se evita el dinero de la sustitución y el dinero con el que compensa al pediatra que tiene que doblar o triplicar la asistencia es mucho menor que lo que habría costado contratar a un sustituto, con lo que se detrae dinero de la Atención Primaria y de sus profesionales. Más, todavía, en los casos en los que la compensación es muy pequeña o nula.