Se ha demostrado que la fatiga por compasión en la enfermería afecta a la calidad de la atención al paciente. Además de afectar a la satisfacción y el compromiso de los empleados enfermeros.
Un estudio determinó la prevalencia y la severidad de la fatiga por compasión entre los enfermeros pediátricos mediante un diseño de encuesta transversal.
El estrés traumático secundario de la atención a niños con enfermedades graves o al final de la vida fue un factor clave para la fatiga por compasión.
La fatiga por compasión, el agotamiento y el estrés traumático secundario pueden afectar negativamente a la calidad de vida de la enfermera y a la satisfacción laboral, lo que a su vez puede afectar negativamente a la atención del paciente y a los resultados para la organización. Los autores ven necesario seguir investigando para identificar mejor los elementos del lugar de trabajo que dan lugar a la fatiga por compasión, para desarrollar intervenciones efectivas para reducir los problemas de salud relacionados con la fatiga por compasión y que se realice una formulación de políticas adecuada para abordar esta situación.