La vida moderna nos ha llevado a pasar largas horas frente a pantallas de ordenadores, sumergiéndonos en el ajetreo del trabajo diario. Sin embargo, este estilo de vida sedentario puede tener un impacto negativo en nuestra salud cervical.
Los problemas cervicales son cada vez más comunes, pero con simples ajustes en nuestro entorno laboral, podemos prevenir molestias y mejorar nuestra calidad de vida. En este artículo, te contamos sobre la importancia de seguir las pautas de un puesto de trabajo ergonómico, destacando el papel crucial de las sillas ergonómicas en este proceso.
Impacto de los problemas cervicales
Los problemas cervicales, que afectan el área del cuello y la parte superior de la espalda, pueden surgir debido a malas posturas, largas horas frente a la pantalla y la falta de apoyo adecuado. Estos problemas no solo causan molestias físicas, sino que también pueden afectar la productividad y la calidad de vida en general.
De hecho, según la Organización Mundial de la Salud (OMS), casi 2000 millones de personas padecen trastornos musculoesqueléticos y el dolor lumbar es el más frecuente, con una prevalencia que supera a las 500 millones de personas y constituye la primera causa de ausentismo laboral.
Diseña un espacio ergonómico
1. Altura y ángulo de la pantalla
Un error común que desencadena problemas lumbares consiste en un mal enfoque de la vista. Y es que, si pasas demasiadas horas frente al ordenador, lo más lógico es que esto acabe afectando tu salud de una u otra manera. Por ello, es recomendable que ajustes la altura de tu pantalla para que esté justo frente a tus ojos. El ángulo de visión debe ser cómodo, evitando que tengas que inclinar la cabeza hacia arriba o hacia abajo.
2. Postura correcta
Lo sufrimos con más frecuencia las personas altas, pero puede ser un hábito arraigado y la razón más frecuente de dolores cervicales. Por lo tanto, te recomendamos que te sientes con la espalda recta y los hombros relajados. Asegúrate de que tus pies estén planos en el suelo o en un reposapiés. Evita encorvar los hombros o inclinar la cabeza hacia adelante durante largos periodos y, en caso de que incurras en ello de manera frecuente, reorganiza el desempeño de tu jornada laboral, tomándote pausas activas para descansar.
3. Espacio para las piernas
Mantén espacio suficiente bajo tu escritorio para que tus piernas estén cómodas. La falta de espacio para las piernas puede conducir a posturas incómodas y tensiones musculares. Es esencial que tus rodillas estén ligeramente dobladas y que tus pies descansen de manera plana en el suelo o en un reposapiés ajustable. Evita colocar objetos bajo el escritorio que limiten la movilidad de tus piernas o que te obliguen a adoptar una posición incómoda.
Un espacio amplio y bien organizado no solo promueve la comodidad, sino que también contribuye a una circulación sanguínea adecuada, reduciendo el riesgo de entumecimiento y mejorando tu enfoque y productividad durante el día. Recuerda que la ergonomía no se trata solo de la parte superior de tu cuerpo, sino de cuidar cada aspecto de tu postura para prevenir molestias y problemas a largo plazo.
4. Iluminación adecuada
Asegúrate de tener una iluminación adecuada en tu espacio de trabajo, ya que un exceso o carencia puede ejercer una presión adicional en tus ojos y contribuir a la fatiga visual. Busca una iluminación que sea suave, difusa y libre de deslumbramientos directos en tu pantalla. Preferiblemente, coloca la luz de manera que ilumine tu área de trabajo de manera uniforme, evitando sombras molestas. Además, ajusta la configuración de brillo y contraste de tu monitor para adaptarse a las condiciones de iluminación de tu espacio.
La combinación de buena luz con ajustes óptimos en tu pantalla no solo protegerá tu salud ocular, sino que también mejorará la claridad y la concentración, lo que es esencial para mantener un rendimiento efectivo a lo largo del día. Ten en cuenta que una iluminación inadecuada puede afectar negativamente tu productividad y contribuir a la tensión en cuello y hombros, así que presta atención a este aspecto clave de tu entorno de trabajo.
5. Sillas ergonómicas
Elige sillas ergonómicas que ofrezcan un buen soporte lumbar y cervical. Estas sillas están diseñadas para adaptarse a la curva natural de la columna vertebral, promoviendo una postura saludable y reduciendo la presión en el cuello y la espalda.
6. Descansos y estiramientos
Programa descansos cortos durante tu jornada laboral para levantarte, estirarte y moverte. Estos momentos de pausa no solo son esenciales para prevenir la rigidez muscular, sino que también contribuyen a mejorar la circulación sanguínea y reducir la fatiga general. Incorpora ejercicios de estiramiento focalizados en el cuello y los hombros para aliviar la tensión acumulada. Realiza giros suaves del cuello, inclina la cabeza hacia los lados y realiza rotaciones de los hombros para liberar la presión en la zona cervical.
Además, levántate de tu silla y realiza algunos estiramientos de piernas y espalda baja para activar la circulación y prevenir la sensación de entumecimiento. Estos breves descansos no solo mejoran tu bienestar físico, sino que también pueden tener un impacto positivo en tu concentración y productividad. Recuerda que mantener un equilibrio entre el trabajo y los momentos de pausa es clave para preservar tu salud cervical y evitar molestias.
7. Organización del espacio
Mantén tu espacio de trabajo organizado para fomentar un entorno armonioso y eficiente. Un escritorio ordenado no solo facilita la búsqueda de documentos y herramientas, sino que también contribuye a reducir el estrés y la tensión mental. Utiliza organizadores o bandejas para clasificar y almacenar documentos de manera ordenada. Evita el amontonamiento de objetos innecesarios que puedan dificultar la realización de tus tareas diarias.
Un espacio de trabajo limpio no solo mejora la estética de tu entorno laboral, sino que también influye positivamente en tu productividad y en tu capacidad para concentrarte. Asigna lugares específicos para artículos de uso frecuente, como bolígrafos y libretas, de modo que puedas acceder fácilmente a ellos sin tener que realizar movimientos bruscos o torcer el cuerpo. Recuerda que un espacio ordenado no sólo es agradable a la vista, sino que también contribuye a mantener una postura adecuada y prevenir molestias cervicales derivadas de una organización deficiente.
El rol de las sillas ergonómicas
Las sillas ergonómicas desempeñan un papel crucial en la prevención de problemas cervicales. Estas sillas están diseñadas para proporcionar un apoyo adecuado a la columna vertebral, con ajustes que permiten adaptar la silla a las necesidades individuales del usuario. Un respaldo ajustable, soporte lumbar y reposabrazos ergonómicos son características clave que ayudan a mantener una postura saludable y a reducir la presión en el cuello y la espalda.
Beneficios de las sillas ergonómicas
– Apoyo adecuado: Proporcionan un soporte adecuado para la columna vertebral, ayudando a mantener una postura neutral y reduciendo la tensión en el cuello.
– Ajustabilidad: Permiten ajustar la altura, el ángulo y otros aspectos para adaptarse a las necesidades específicas de cada individuo.
– Mejora la comodidad: Al reducir la presión en áreas clave, como el cuello y la parte superior de la espalda, contribuyen a una mayor comodidad durante largas horas de trabajo.
En conclusión, la prevención de problemas cervicales comienza con la adopción de un enfoque ergonómico en el lugar de trabajo. Sigue estas pautas y considera la incorporación de sillas ergonómicas para garantizar un entorno laboral que promueva la salud cervical y el bienestar general. ¡Invierte en tu salud y disfruta de un espacio de trabajo que te respalde en cada paso!