El coaching ejecutivo o empresarial es una disciplina o una dinámica de enseñanzas a nivel de empresas del que se viene hablando desde hace años. Un buen ejemplo es el programa de Coaching y Habilidades Directivas para empresas innovadoras que impartió el Ministerio de Industria a través de la Escuela de Organización Industrial ya en el año 2012.
En ese curso se ahondaba en la experiencia exitosa de empresarios reales y cuál era la metodología que seguían en sus organizaciones para obtener buenos resultados. Desde el año 2012 al 2022 ha pasado todo un universo temporal muy prolongado.
Aunque solo sean diez años, en todo este tiempo se ha superado una terrible crisis económica, se ha generado un clima de crecimiento muy esperanzador, pero también ha llegado una nueva crisis derivada de una pandemia mundial. A esto hay que sumar la delicada situación ambiental y la escasez acuciante de recursos, la necesidad imperiosa de acelerar la transición energética y el impulso de las nuevas tecnologías.
Con todo esto, el coaching empresarial o ejecutivo conserva muchos elementos en común con esta misma disciplina en el año 2012, especialmente cuando se habla del fomento de las startups, pero el contexto cambiante también debe ser incluido como factor de consideración para explicar en qué consiste este conjunto de herramientas.
¿Qué es el coaching empresarial?
El coaching empresarial como elemento de crecimiento para la dirección de empresas innovadores busca integrar todos los aspectos emocionales de las personas con la visión estratégica de la empresa u organización, para buscar un espacio armonioso para todos los actores y que esto se traduzca en un beneficio mutuo.
Las personas caemos a menudo en la emocionalidad y anteponemos este sentimiento a la racionalidad. Una de las bases del coaching es ayudar a las personas, en este caso a los emprendedores, a encontrar su propio camino en lo social y lo psicológico.
La idea de los coaches es acompañar a los miembros de los equipos directivos y los emprendedores para que sean capaces de aumentar su rendimiento estudiando las metas, el camino y las reglas de juego.
En este sentido, es vital mejorar las sinergias de la organización para aumentar el grado de productividad a nivel interno. En el caso de las startups, que son empresas que siempre caminan sobre el alambre por la búsqueda de financiación, la aparición de otros competidores o las dificultades para hallar un nicho de consumidores que respalde su idea de negocio, sentir cerca las enseñanzas del proceso de coaching es muy bienvenido.
¿Cuáles son los principios del coaching y cómo aplicarlos en empresas innovadoras?
Se puede hablar de tres principios dentro de esta disciplina que, cuando se ejecutan de manera correcta, ayudan a las startups. De este modo, existen fórmulas para trasladar los beneficios del coaching al ámbito empresarial.
Un primer principio que se adentra en esta práctica es fijar siempre el crecimiento como objetivo que va de la mano de la supervivencia. Una buena organización busca su supervivencia constantemente, y para ello debe generar mecanismos necesarios que la adapten al mercado. En las startups, esta idea se hace muy presente en aspectos como la búsqueda de financiación.
El primer principio va de la mano del segundo, que aboga por la innovación constante. La supervivencia obliga a la reconversión y reformulación continua. Esto, obviamente, depende también de los recursos disponibles, tanto de tiempo como financieros y personales.
Un proceso de innovación en la empresa implica también gestionar el liderazgo y el talento dentro dela organización. Finalmente, el tercer propósito es llevar todo esto a la práctica, y es aquí donde el coaching juega un papel más esencial.
El coach ayuda a que el emprendedor sea consciente del medio que le rodea, y le hace ver cuáles son sus fortalezas y debilidades. De manera muy frecuente se suele asociar la figura del coach a la de un psicólogo, pero no son similares, ya que con la primera práctica se trabajan técnicas de empresa, no psicológicas.
Todas las startups que necesitan trabajar aspectos relacionados con su capacidad de ejecución, su impacto frente a los clientes, su creatividad a nivel interno y el desarrollo organizativo de la empresa, así como la gestión del fracaso, tienen en el coaching ejecutivo o empresarial una potente herramienta para alcanzar sus objetivos.