Odontología

Rico y saludable para tu boca: la estrecha relación entre alimentación y salud bucodental

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Dime qué comes y te diré qué problemas bucodentales puedes tener. “La alimentación y la salud oral tienen una relación sinérgica”, defiende el Consejo General de Dentistas de España en su campaña “Salud Oral y Nutrición”, apoyada por la Sociedad Española de Nutrición Comunitaria (SENC) y por la Fundación Dental Española (FDE).

En efecto, la ingesta frecuente de azúcares y carbohidratos refinados puede provocar caries, la falta de nutrientes esenciales, como la vitamina C, puede favorecer la gingivitis o la periodontitis, y una mala nutrición en niños puede afectar al adecuado desarrollo de sus dientes y huesos maxilares.

Al margen de la dieta, en la campaña mencionada se establecen tres factores nutricionales más que hay que considerar: la frecuencia con la que se ingieren alimentos, en donde se recomienda evitar el picoteo entre comidas; la hidratación, básica en cualquier proceso relacionado con la salud, incluida la bucodental, y la salivación.

Este último es el único factor que no se puede controlar. Las propiedades antimicrobianas de la saliva ayudan a proteger nuestros dientes, pero su producción y nivel de pH no es igual en todas las personas. A mayor cantidad y menor acidez, mayor es su contribución a unos dientes y unas encías saludables. Las personas mayores, por ejemplo, es más probable que desarrollen hiposialia o disminución anormal de la secreción de saliva. La toma de medicamentos también puede afectar a la cantidad de saliva que segregamos.

Precisamente las personas mayores, concretamente de más de 65 años, son, junto con embarazadas y niños, los tres grupos clave con mayor riesgo de empeorar la salud bucodental, propia o ajena, si no cuidan su alimentación.

Una buena nutrición maternal durante el embarazo es fundamental para una buena salud oral del bebé”, asegura la campaña del Consejo General de Dentistas de España, que recomienda, entre otras cuestiones, una dieta rica en calcio, fósforo y proteínas para facilitar el proceso de formación y mineralización de los dientes de leche.

En lo relativo a personas jóvenes, el informe apunta a que en la infancia el principal riesgo dietético es el contacto oral constante con alimentos que contienen azúcares añadidos en el biberón y que, en la adolescencia, el riesgo es el consumo excesivo de bebidas energéticas y refrescos.

La relación entre caries dental y alimentación

 Entre las enfermedades que puede provocar una mala alimentación, la caries dental es una de las más comunes. “A pesar de que la reducción de la incidencia y prevalencia de la caries dental en muchos países se relaciona en gran medida con el uso sistemático del flúor en las pastas dentífricas y la mejora de la higiene dental, se debe tener presente la importancia de los hábitos alimentarios en la prevención primaria y secundaria de la caries”, aseguran investigadores de la Universidad Rey Juan Carlos (URJC).

En su artículo, recomiendan que el consumo de sacarosa no supere los 50 mg/día y disminuir la ingesta de alimentos pegajosos y viscosos, así como evitar el picoteo y también el consumo de alimentos acidogénicos, como patatas fritas chips, chocolate con leche o galletas rellenas.

“Los azúcares son metabolizados por las bacterias en la boca, produciendo ácidos que erosionan el esmalte dental y causan caries”, señala el Dr. Baptiste Chailan, director médico de Institutos Odontológicos, que también recomienda evitar la ingesta de alimentos azucarados, ácidos, pegajosos y con almidón, entre los que incluye refrescos, caramelos o fruta seca, como las uvas pasas, los higos o los dátiles.

Nutrientes para una boca sana

Hay una serie de nutrientes con una incidencia significativa en la salud bucodental por su importancia en la formación del esmalte dental o su promoción de la salud de las encías, por lo que los alimentos que los contienen es recomendable introducirlos en una alimentación equilibrada.

El Consejo General de Dentistas de España, en la ya mencionada campaña “Salud Oral y Nutrición”, destaca cinco nutrientes. El primero de ellos es el calcio, esencial en la formación y conservación de los dientes, además de en la reparación del esmalte dental, con alimentos como la leche, el yogur, el queso, el tofu, las judías o el salmón.

Otro es el zinc, un mineral que contribuye a la cicatrización y reparación de los tejidos, por lo que alimentos como las gambas o la carne de pavo, vacuno o cerdo son también buenas opciones. “La vitamina C también es esencial para la salud de la encías, ya que ayuda a reparar los tejidos y previene la periodontitis y la gingivitis”, añade el Dr. Chailan, destacando alimentos como la fresa, el kiwi o los pimientos.

De igual forma, el Consejo de Dentistas destaca los probióticos, que aportan la cebolla, los espárragos, la alcachofa o el ajo, y los antioxidantes, muy efectivos contra enfermedades de las encías y que suministran alimentos como los cereales integrales, la zanahoria, el boniato o los tomates.

El quinto nutriente destacado por el informe, apoyado por más de 1.000 dentistas, es la vitamina D, ya que ayuda al organismo a utilizar y regular el calcio y el fosfato. Los huevos, las setas o los pescados grasos la aportan.

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