La disfagia, las enfermedades neurológicas, las patologías oncológicas, la diabetes y la enfermedad cardiovascular son las situaciones clínicas que se relacionan en mayor medida con la desnutrición hospitalaria. Asimismo, la prevalencia de esta condición es el doble en pacientes polimedicados en comparación con los no polimedicados, según datos del estudio PREDyCES (Prevalencia de la Desnutrición hospitalaria y Costes asociados en España) en el que se evaluaron 1.597 pacientes de 31 hospitales representativos del Sistema Nacional de Salud. La mayor prevalencia de desnutrición, tanto al ingreso en el hospital como al alta, se concentra en el grupo de edad de mayores de 80 años. Precisamente, de las aportaciones del laboratorio clínico a la desnutrición hospitalaria trató uno de los simposios del XV Congreso Nacional de Laboratorio Clínico.
“Las principales consecuencias de la desnutrición asociada a la enfermedad son: aumento de la morbilidad; incremento de la estancia hospitalaria, lo que conlleva un aumento de los costes hospitalarios; aumento de la mortalidad y de los reingresos; y menor respuesta a las terapias médicas y quirúrgicas”, explicó el Dr. José Ruiz Budría, especialista en Bioquímica Clínica del Hospital Clínico Universitario Lozano Blesa (Zaragoza) y miembro de la Comisión de Nutrición y Vitaminas de la SEQCML. Además, puntualizó que “la desnutrición asociada a la enfermedad comprende toda situación carencial, sea causa o consecuencia de la enfermedad, de los procedimientos terapéuticos, de la hospitalización o de las complicaciones. Ahora bien, sería más correcto hablar de desnutrición clínica, ya que con este concepto entendemos que la vigilancia nutricional debe hacerse durante todo el proceso de la enfermedad, tanto si se presenta en el ámbito hospitalario, como en atención primaria”.
El ponente destacó que, “según las recomendaciones del documento de consenso multidisciplinar sobre el abordaje de la desnutrición hospitalaria en España, debe realizarse algún método de cribado para detectar la desnutrición de forma precoz en las primeras 24-48 horas. Para ello, cada centro debe utilizar el método de cribado más factible de usar. Existen métodos de cribado clínicos, automatizados y mixtos. Los métodos clínicos incluyen datos subjetivos y objetivos (peso, talla, cambios de peso, etc.). Los métodos de cribado automáticos se basan en métodos analíticos, pero también captan otros datos útiles para el cribado disponibles en las bases de datos del sistema informático del hospital”.
Tal y como señaló el Dr. Ruiz Budría, “de los métodos de cribado existentes para adultos los más utilizados son el MNA (Mini Nutritional Assessment), MUST (Malnutrition Universal Screening Tool), NRS-2002 (Nutritional Risk Screening 2002) y el SGA (Subjective Global Assessment); todos ellos métodos de cribado clínicos. En lo que concierne a los métodos automáticos, el más utilizado es el CONUT (Controlling Nutritional Status), que se basa en una primera fase en tres magnitudes analíticas (albúmina, colesterol y linfocitos totales) que se encuentran en la mayoría de las peticiones analíticas al ingreso”.
En concreto, el especialista en Bioquímica Clínica repasó que en el estudio PREDyCES se concluyó que “la prevalencia de desnutrición hospitalaria observada según el NRS-2002 fue del 23,7%, alcanzando valores del 37% en pacientes mayores de 70 años y hasta un 45% en los mayores de 85 años. La mayor prevalencia se encontró en pacientes con enfermedades neoplásicas, del sistema respiratorio y cardiovascular”.
Implantación del cribado de desnutrición asociada a la enfermedad en España
El Dr. Ruiz Budría afirmó que “en la actualidad, la mayoría de los hospitales de nuestro país tienen establecidos protocolos de despistaje de la desnutrición clínica siguiendo las recomendaciones de la Sociedad Europea de Nutrición Clínica y Metabolismo (ESPEN), utilizando métodos clínicos (MUST y NRS-2002), aunque cada vez es mayor la implementación de los métodos automáticos”.
Asimismo, el ponente subrayó que “el papel de los profesionales del laboratorio clínico es implementar el método de cribado automático CONUT o alguno de los otros existentes, como FILNUT (Fase de Filtro Nutricional Analítico), para discriminar los pacientes con riesgo de desnutrición moderado o grave y, con ello, alertar al clínico para que tome las medidas nutricionales adecuadas en cada caso”.
Asimismo, en LabClin 2021 se presentó una calculadora del riesgo nutricional (según CONUT), que está disponible para todo el mundo en la página de la SEQC ML en el apartado de la Comisión de Nutrición y Vitaminas.