Que la dieta mediterránea es una de las mejores para la salud es algo que ya se sabía. Sin embargo, ahora, un nuevo estudio ha establecido un vínculo entre seguir una dieta mediterránea y reducir el deterioro cognitivo.
La investigación, que aparece publicado en la revista Alzheimer’s and Dementia, sugiere que, a nivel poblacional, seguir una dieta mediterránea puede reducir el riesgo de deterioro cognitivo y retrasarlo.
Según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades, la demencia es un término general que se refiere al deterioro cognitivo significativo, a menudo en la edad adulta. Son diferentes enfermedades las que pueden causar demencia, aunque la más común es el alzhéimer.
Aunque un cierto nivel de deterioro cognitivo es común a medida que las personas envejecen, el deterioro cognitivo significativo, como ocurre en las personas con demencia, no es una parte normal del envejecimiento.
Los autores del nuevo estudio querían explorar el posible papel de la dieta en la lucha contra la demencia dentro de una publicación. Concretamente, querían ver qué efecto podría tener una dieta mediterránea en la cognición relativa.
Para realizar la investigación, los autores se basaron en datos de dos grandes estudios que exploran la relación entre la suplementación nutricional y la degeneración macular relacionada con la edad, una condición que afecta a la visión.
Para los dos estudios, los científicos reclutaron a casi 9.000 participantes. En el primero estudio fueron personas reclutadas entre 1992 y 1998 y, en el segundo, entre 2006 y 2008.
Así, los científicos evaluaron la función cognitiva de los participantes en el primer estudio, entre 2000 y 2004. El segundo estudio incluyó evaluaciones al comienzo del estudio y luego a los 2, 4 y 10 años.
Los autores utilizaron pruebas estandarizadas para determinar el funcionamiento cognitivo y un cuestionario para determinar en qué medida los participantes habían seguido una dieta mediterránea el año anterior.
Riesgo de deterioro cognitivo
Los autores encontraron que una adherencia más estricta a una dieta mediterránea redujo el riesgo de deterioro cognitivo y un resultado numérico más alto en las puntuaciones de funcionamiento cognitivo.
También encontraron que el consumo de pescado estaba particularmente asociado con un menor riesgo de deterioro cognitivo, así como un deterioro cognitivo general más lento.
Las diferencias en la cognición fueron relativamente pequeñas, lo que significa que, a nivel individual, es poco probable que se noten. Sin embargo, los resultados podrían marcar una mayor diferencia a nivel de población.
Como señalan los autores, el estudio tuvo algunas limitaciones. Si bien tuvieron en cuenta algunos factores que pueden haber afectado los resultados, como el nivel de educación relativo de cada participante, el equipo no tuvo en cuenta otros factores de confusión.
Por ejemplo, podría ser que las personas que siguen una dieta mediterránea son generalmente más activas físicamente, lo que puede reducir significativamente el riesgo de varios problemas de salud importantes.
No obstante, la investigación contribuye a una creciente evidencia de que una dieta mediterránea puede marcar una diferencia significativa en la salud general de una población.