Nutrición y Dietética
¿Por qué deberíamos evitar la comida procesada?
La mala nutrición es una de las principales causas de patologías y problemas de salud en todo el mundo. Y en esta mala nutrición tienen un peso importante los alimentos procesados. De hecho, este tipo de alimentos contienen altas cantidades de grasas de baja calidad, azúcares y sal agregadas, poca cantidad de fibras dietéticas y una cantidad insignificante de nutrientes beneficios que, además, son malos para la salud.
Por tanto, no es de extrañar que las personas que consumen dichos alimentos con frecuencia tienen más posibilidades de padecer algunas enfermedades y, además, elevan la tasa de mortalidad.
Antes de explicar por qué deberíamos de evitar la comida procesada, es importante saber qué son exactamente estos tipos de alimentos. Para hacer un producto alimenticio, estable, sabroso y de aspecto atractivo, los productos agrícolas crudos, a menudo, se someten a varios tipos de modificaciones, como lavado, corte, congelación, envasado…
A veces, incluso, se agregan diferentes ingredientes para aumentar el sabor y la textura de estos productos procesados químicamente.
Para mantener un protocolo estándar de control de calidad, casi todos los productos alimenticios se someten a algún grado de procesamiento antes de llegar al supermercado. Por tanto, es importante saber la diferencia entre los tipos de alimentos procesados que existen, y sobre los efectos que estos tienen en la salud.
¿Cuáles son los tipos de alimentos procesados?
Existen cuatro categorías de alimentos procesados: alimentos no procesados o mínimamente procesados, ingredientes culinarios procesados, alimentos procesados y alimentos ultraprocesados y productos de bebidas.
Los alimentos no procesados incluyen porciones comestibles de plantas y animales, que están naturalmente disponibles. Por su parte, los mínimamente procesados se someten a pasos de procesamiento suaves, principalmente para fines de conservación. Por tanto, el contenido nutricional de estos alimentos está mínimamente alterado.
Los ingredientes culinarios procesados se derivan de alimentos sin procesar que se someten a varios pasos de procesamiento, como prensado, molienda, refinado, secado… Estos artículos incluyen mantequilla, aceite, azúcar, sal, harina…
Los alimentos procesados se preparan a partir de productos alimenticios de categoría 1 o 2, agregando ingredientes adicionales, como sal, azúcar y grasas. Algunos ejemplos de alimentos son la carne enlatada, queso, pan… Son, generalmente, productos que están listos para comer.
Por otro lado, los alimentos ultraprocesados o altamente procesados se fabrican, principalmente, en la industria, a partir de ingredientes obtenidos de alimentos o aditivos. Son los refrescos, las patatas fritas, galletas…
El principal objetivo del ultraprocesamiento es hacer alimentos de marca, altamente rentables, convenientes y atractivos que puedan reemplazar en la dieta diaria a los alimentos no procesados o mínimamente procesados.
¿Es saludable consumir este tipo de alimentos?
Vivimos en un mundo en el que nos quedamos sin tiempo, y, para muchas personas, algunos alimentos procesados son su salvación. Lo cierto es que los alimentos procesados que están fortificados con vitaminas, minerales y antioxidantes pueden ser beneficiosos, puesto que proporcionan nutrientes esenciales a la dieta diaria.
De hecho, hay muchos casos de efectos beneficiosos de los alimentos procesados o enriquecidos. Por ejemplo, los alimentos para bebés que están fortificados en vitamina B12 y previenen la anemia o la sal, que contiene yodo y proviene el bocio.
Sin embargo, a pesar de tener algunos beneficios, la mayoría de los alimentos procesados son perjudiciales para la salud, puesto que contienen una gran cantidad de grasas saturadas, azúcar, sal y una gran cantidad de calorías.
Son varios los estudios científicos que han afirmado que el consumo de una gran cantidad de alimentos procesados puede aumentar el riesgo de trastornos cardiovasculares, trastornos metabólicos, como la obesidad y la diabetes, enfermedades coronarias y enfermedades cerebrovasculares.
Además, también pueden afectar indirectamente al sistema cardiovascular, ya que reducen el consumo de alimentos no procesados o mínimamente procesados que son altamente nutritivos, ya que contienen un mayor número de vitaminas, minerales y otros nutrientes beneficiosos.