Neurología
La fusión de las decisiones de migraña crónica y migraña episódica de alta frecuencia es potencialmente dañina
En un documento clínico publicado en Cephalgia, los investigadores sostienen que la migraña crónica no debe definirse únicamente por la frecuencia de los dolores de cabeza, ya que esta definición ignora los aspectos clínicos y fisiopatológicos de la migraña puede ser potencialmente perjudicial para los pacientes en lo que respecta a la asignación de los recursos de tratamiento.
Según los criterios de la Clasificación Internacional de Trastornos del Dolor de Cabeza, la migraña episódica por un umbral del número de días de cefalea por mes. En la migraña crónica, el umbral son las cefaleas que se produjeron ≥ 15 días al mes en los últimos 3 meses, y ≥ 8 de esos días de cefalea consiste en características similares a las de la migraña.
Se ha argumentado que la definición de migraña crónica debería fusionarse con la de migraña episódica de alta frecuencia, debido a las similitudes de las dos condiciones en términos de discapacidad y opiniones de tratamiento.
A pesar de este argumento, los autores de la correspondencia clínica en Cefalalgia señalan que esta fusión de definiciones no tiene en cuenta la frecuencia de los dolores de cabeza, los resultados de la calidad de vida y las cuestiones económicos y de salud pública.
Además, hay algunos datos que muestran que la migraña crónica presenta de 8 a 10 dolores de cabeza más por mes que la migraña episódica de alta frecuencia, y que la migraña crónica se asocia con peores resultados.
La ampliación de la definición de la migraña crónica puede contribuir a aumentar los costos asociados a los trastornos de la migraña, porque se espera que se aumente el número de pacientes que requerirán acceso a las mismas terapias profilácticas específicas.
Este aumento, señalan los autores, probablemente no reducirá el consumo de tratamientos agudos.
Además, existe el riesgo de una hiperselección de los casos más graves para su consideración como tratamiento en los sistemas de cobertura universal, mientras que en los sistemas basados en seguros sólo se beneficiarán probablemente los pacientes más acomodados.
Los autores llegarán a la conclusión de que, si bien la clasificación de la migraña por su frecuencia puede servir de apoyo a las decisiones sobre el tratamiento, esta medida no permite necesariamente identificar claramente los subconjuntos de pacientes que tienen mayor necesidad de terapia. Sostienen que puede ser más beneficioso realizar investigaciones que definan la migraña episódica de alta frecuencia como una entidad independiente.
“Sólo entonces podremos estudiar los objetivos prioritarios de tratamiento con el fin de interceptar el proceso de cronoficación y su carga global desde una perspectiva de sostenibilidad económica, personal y social de las nuevas opciones terapéuticas”, dijeron.