Un importante cuerpo de investigación ha demostrado que el trastorno por duelo prolongado, caracterizado por una angustia persistente y grave a causa de una separación, constituye un trastorno distinto del trastorno depresivo mayor relacionado con el duelo y el trastorno de estrés postraumático.
En el CIE-11 se incluyó el trastorno por duelo prolongado como un nuevo síndrome de respuesta al estrés. Aun así, los profesionales de la salud mental han expresado su preocupación por el diagnóstico de trastorno por duelo prolongado. Un sector de los profesionales de la salud dice representar una «medicalización» ante un proceso normal como es el duelo. De igual modo, puede que se esté corriendo el riesgo de practicar un sobrediagnóstico ante respuestas normales en nuestro proceso vital.
Como nuevo trastorno, es de vital importancia determinar si el trastorno por duelo prolongado es un diagnóstico clínicamente útil. Un trastorno mental o un sistema de diagnóstico tiene utilidad clínica, según MB First, si:
- a) ayuda a la comunicación
- b) facilita intervenciones efectivas
- c) predice necesidades de gestión y resultados
- d) diferencia el trastorno de lo que no lo es y de los trastornos comórbidos.
Mientras que una gran conjunto de evidencias ha demostrado la validez constructiva, predictiva e incremental del trastorno por duelo prolongado, las percepciones de los profesionales sanitarios de su utilidad clínica aún no se han probado empíricamente.
Debido a la reciente incorporación del Trastorno por duelo prolongado, se cree conveniente educar a los médicos en el proceso diagnóstico de este trastorno para mejorar su capacidad para distinguir el duelo normal del patológico, puesto que la comunidad científica avala el uso correcto de este diagnóstico.