Investigación

La contaminación atmosférica aumenta el uso de servicios de salud mental en personas con demencia

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La alta exposición a la contaminación atmosférica se ha vinculado directamente con un mayor uso de los servicios de salud mental comunitarios por parte de personas que padecen demencia, según un estudio a largo plazo realizado en una extensa área urbana de Londres con alta congestión vehicular. El informe ha sido publicado en la revista ‘BMJ Salud Mental’.

Los expertos detrás de la investigación sugieren que reducir los niveles de dióxido de nitrógeno y partículas en suspensión podría aliviar la demanda de servicios psiquiátricos en entornos urbanos ya sobrecargados.

Aunque se han llevado a cabo numerosos estudios sobre los efectos de la contaminación del aire en la vejez, incluido su posible papel en el deterioro cognitivo y la demencia, esta investigación se centra en la relación entre la contaminación y el uso de servicios de salud mental. A pesar de que ya se sabía que la contaminación estaba relacionada con un mayor uso de servicios hospitalarios por parte de personas con demencia, este estudio se enfoca en los servicios comunitarios, que son esenciales para la mayoría de los pacientes en el Reino Unido.

5.024 personas diagnosticadas con demencia

El estudio se basó en un seguimiento de nueve años a 5,024 personas mayores de 65 años o más que vivían en cuatro áreas del sur de Londres y que habían sido diagnosticadas con demencia entre 2008 y 2012. Más de la mitad de los participantes (54%) fueron diagnosticados con enfermedad de Alzheimer, causada por placas y ovillos en el cerebro; el 20% tenía demencia vascular, causada por daños en los vasos sanguíneos del cerebro; y el 26.5% padecía otros tipos de demencia.

Durante el estudio, se relacionaron los niveles trimestrales de dos contaminantes atmosféricos clave, el dióxido de nitrógeno (NO2) y las partículas en suspensión (PM2.5 y PM10), con los registros de salud mental de los participantes entre 2008 y 2012.

Se encontró que una mayor exposición a los contaminantes atmosféricos se asociaba con un aumento en el uso de los servicios de salud mental, especialmente en el caso del dióxido de nitrógeno (NO2). Esto fue más pronunciado en personas con demencia vascular.

Peor salud y funcionamiento social

Comparando con aquellos que vivían en áreas con bajos niveles de NO2, los que vivían en áreas con altos niveles tenían un 27% más de probabilidades de utilizar servicios de salud mental. Las personas expuestas a niveles más altos de partículas finas (PM2.5) tenían un 33% más de probabilidades de usar estos servicios.

A lo largo del estudio, se utilizaron pruebas para medir la función cerebral y la salud física y social de los participantes. La exposición al NO2 se asoció con una peor salud y funcionamiento social, incluida la capacidad para realizar actividades diarias. No se encontraron efectos significativos en la función cerebral.

Aunque el estudio es observacional y no puede establecer una relación causal definitiva, los investigadores sugieren que la reducción de la exposición a la contaminación atmosférica podría disminuir la demanda de servicios de salud mental en personas con demencia, especialmente aquellas con demencia vascular. También sugieren que la disminución de la exposición a la contaminación podría aliviar la presión sobre los recursos de atención psiquiátrica.

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