Un nuevo fármaco experimental contra el Alzheimer, denominado Lecanemab, frena el deterioro cognitivo de la enfermedad. Es un hito médico puesto que, según informan las compañías Eisai y Biogen, ha reducido la progresión de la enfermedad en un 27% de los pacientes que han recibido este fármaco.
Los resultados de este ensayo clínico crean esperanzas, pero a la vez han generado cierta incertidumbre. Dos de los pacientes que han participado en el ensayo han fallecido por hemorragias cerebrales, según un informe publicado en la revista Science. Al parecer, las muertes pueden estar relacionadas con una interacción entre fármacos anticoagulantes y el propio Lecanemab.
La compañía Eisai niega que sea su fármaco el que haya contribuido a causar la muerte de estos dos participantes en el estudio. Fueron 1.795 voluntarios los que participaron en el ensayo clínico, de entre 50 y 90 años, afectados con alzhéimer en fase temprana, deterioro cognitivo no muy grave o demencia. La selección para la administración de los fármacos fue al azar, una mitad de los pacientes recibió placebo y la otra mitad Lecanemab.
David Pérez, jefe de neurología del Hospital 12 de Octubre de Madrid, señala que se deberían realizar más estudios y dejar más tiempo antes de empezar a comercializar el medicamento. “Si el Lecanemab fuese aprobado para todas las personas con síntomas leves de alzhéimer, presentaría retos materiales inasumibles para sistemas sanitarios como el español, pues requiere administraciones por vía intravenosa cada dos semanas”, advierte el médico.
En estos momentos, existen varias discusiones y opiniones científicas sobre si el fármaco experimental precipitó los fallecimientos de estos pacientes. Aún es pronto para afirmar un resultado definitivo, pero la investigación es clave para valorar los posibles riesgos y efectos adversos a largo plazo al emplear este fármaco.
Posibles efectos adversos del Lecanemab
El 17% de los voluntarios que recibieron Lecanemab sufrieron hemorragias cerebrales, frente al 9% de los pacientes que tomaron placebo. La compañía niega la relación entre la hemorragia y el fármaco, señalando que pueden ser otra serie de contratiempos los posibles causantes.
El principal objetivo es buscar un medicamento que sea capaz de ralentizar el deterioro cognitivo que provoca esta enfermedad. El Alzhéimer es una enfermedad que no tiene cura ni forma eficaz de prevenirla. Todos los ensayos y los estudios que se han realizado hasta el momento tienen como principal fin logar un tratamiento capaz de reducir el daño cognitivo a todas estas personas que padecen esta enfermedad y mejorar su calidad de vida.