La hormona oxitocina se origina en una parte del cerebro llamada hipotálamo y desempeña papeles importantes en el parto, la lactancia y los lazos sociales. Además, también puede facilitar el apego romántico, ya que el cuerpo libera la hormona durante la actividad sexual, lo que le da al químico su reputación popular de “la hormona del amor”.
Además, el papel relacionado de la oxitocina con el vínculo social sugiere que también podría ayudar a tratar la ansiedad social y el autismo. Su efecto sobre la memoria está menos establecido, pero un estudio en ratones descubrió que puede mejorar el aprendizaje especial y la memoria a largo plazo.
Recientemente, investigadores de la Universidad de Ciencias de Tokio en Japón y la Universidad de Kitasato, también en Japón, se preguntaron si el químico podría ayudar o no a proteger las células nerviosas en las primeras etapas de la enfermedad de Alzheimer.
Las personas con alzhéimer experimentan pérdida progresiva de memoria y deterioro cognitivo. En este sentido, una teoría líder propone que la acumulación de grupos de una proteína tóxica llamada “beta-amiloide” en el cerebro causa la enfermedad. Sin embargo, investigaciones recientes han cuestionado esa teoría.
Hace unos años, un estudio descubrió que inyectar beta-amiloide sintético en el cerebro de las ratas causaba problemas de aprendizaje y memoria. Posteriormente, otro estudio en el año 2000, inhibía la “potenciación a largo plazo” (LTP), que es el mecanismo que permite que las células nerviosas codifiquen los recuerdos.
La LTP ocurre cuando diferentes nervios se disparan simultáneamente, fortaleciendo las conexiones eléctricas, o sinapsis, que transmiten señales entre ellos. De esta forma, el beta-amiloide parece perjudicar la capacidad de las células nerviosas para fortalecer sus sinapsis de esta manera, lo que los neurocientíficos llaman su “plasticidad”.
Una parte del cerebro, llamada hipocampo, que participa en la formación de nuevos recuerdos, puede ser particularmente vulnerable a este daño.
Restaurando la plasticidad
En el último estudio, los investigadores en Japón confirmaron, por primera vez, que la perfusión de células cerebrales del hipocampo de ratones con beta-amiloide inhibe la lTP, reduciendo así la plasticidad de las células. Además, descubrieron que la otixocina parece revertir ese deterioro.
Para investigar si la oxitocina estuvo directamente involucrada en la restauración de la plasticidad de las células nerviosas, los investigadores realizaron un experimento adicional. Antes de perfundir el tejido cerebral del ratón con beta-amiloide, lo petrataron con un químico que bloquea los receptos de oxitocina en las células nerviosas.
Como esperaban, después de este pretratamiento, la oxitocina no pudo restaurar la plasticidad perdida de las células nerviosas.
“Hace poco, se descubrió que la oxitocina está involucrada en la regulación del aprendizaje y el rendimiento de la memoria, pero, hasta ahora, ningún estudio previo ha tratado el efecto de la oxitocina en el deterioro cognitivo”, explicó el líder del estudio, Akiyoshi Saitoh, quién también añadió: “Este es el primer estudio en el mundo que ha demostrado que la oxitocina puede revertir las alteraciones en el hipocampo del ratón”.