Es un hecho que realizar actividad física regularmente reduce las posibilidades de desarrollar cáncer y morir por él. De hecho, lo recomendable es realizar unos 150 minutos de actividad física moderada cada semana.
Lo cierto es que hay una gran parte de las personas que practican este deporte durante ese tiempo, por lo que otro objetivo más alcanzable para no llevar una vida tan sedentaria puede ser reducir la cantidad de tiempo que pasamos sentados.
En este sentido, un estudio relacionó el comportamiento sedentario con una mayor mortalidad cardiovascular y por cáncer. No obstante, todos estos estudios se basaron en informes de las personas sobre cuánto tiempo pasaban sentados.
En concreto, este estudio, realizado por científicos del MD Anderson Cáncer Center de la Universidad de Texas, se basó en los datos de 8.002 adultos de 45 años o más, que se unieron al estudio REGARDS.
Como parte de este estudio, los investigadores ataron los acelerómetros a las caderas de los participantes para proporcionar una medida objetiva de sus niveles de actividad durante un periodo de 7 días. En los 5 años posteriores a estos, 268 participantes (3,3%) murieron de cáncer.
Así, los investigadores encontraron que los participantes que pasaron un mayor tiempo sin moverse tenían un 52% más de riesgo de morir de cáncer en comparación con aquellos que pasaron menos tiempo sedentario. Sin embargo, hubo una notable incertidumbre en cuanto al tamaño exacto del efecto, con la mejor estimación que osciló entre un 1 y un aumento del riesgo del 127%.
Los participantes con episodios más largos de comportamiento sedentario ininterrumpido tuvieron un riesgo de un 36% mayor de mortalidad por cáncer en comparación con el resto de los participantes. Además, los investigadores ajustaron ambos resultados para tener en cuenta otras variables que podrían afectar la mortalidad por cáncer, como:
- Niveles generales de educación física.
- Edad.
- Si eran fumadores o no.
- Hábitos de consumo de alcohol.
- El Índice de Masa Corporal.
- Condiciones preexistentes.
Para obtener una idea de los beneficios potenciales de volverse menos sedentario, los investigadores modelaron los efectos de reemplazar 30 minutos de tiempo sedentario por un día de actividad física.
De hecho, el ejercicio moderado, como el ciclismo, condujo a un riesgo 31% menor de morir de cáncer, mientras que para el ejercicio ligero, como caminar, esto condujo a un riesgo de un 8% menor.
No obstante, hay que destacar que el estudio también tuvo algunas limitaciones. Por ejemplo, recopilaron información sobre otros factores de riesgo de mortalidad por cáncer de los participantes, que ocurrieron hacía 6 años. Por tanto, durante ese tiempo, su riesgo de mortalidad por cáncer podría haber cambiado, en cierta medida.
Además, el estudio no pudo analizar los riesgos del comportamiento sedentario según el tipo de cáncer. Esto es importante, ya que la investigación previa que utiliza niveles de actividad autoinformados sugiere que el comportamiento sedentario afecta el riesgo de algunos tipos de cáncer más que otros.