Las propiedades antimicrobianas de la plata se conocen desde hace siglos. No obstante, todavía es un misterio cómo la plata mata exactamente las bacterias. En este sentido, unos investigadores de la Universidad de Arkansas dieron un paso hacia una mejor comprensión de este proceso al observar la dinámica de las proteínas en las bacterias vivas a nivel molecular.
Tradicionalmente, los efectos antimicrobianos de la plata se han medido mediante bioensayos, que comparan el efecto de una sustancia en un organismo de prueba con una preparación estándar no tratada. Sin embargo, a pesar de que estos métodos son efectivos, generalmente solo producen instantáneas en ese momento.
En cambio, el equipo de investigación utilizó una técnica de imagen avanzada, llamada microscopía de localización fotoactivada de seguimiento de partículas individuales, para observar y rastrear una proteína particular que se encuentra en la bacteria E. coli a lo largo del tiempo.
De esta forma, los investigadores se sorprendieron al descubrir que los iones de plata en realidad aceleraron la dinámica de la proteína, lo contrario a lo que pensaban que sucedería. “Se sabe que los iones de plata pueden suprimir y matar bacterias, por lo tanto, esperábamos que todo se ralentizara en las bacterias cuando se trata con plata. Pero, sorprendentemente, descubrimos que la dinámica de esta proteína se hizo más rápida”.
Además, también observaron que los iones de plata causaban que las cadenas de ADN, emparejadas en la bacteria, se separaran, y la unión entre la proteína y el ADN se debilitara. “Entonces se puede entender que cuando la proteína se une al ADN, se mueve lentamente junto con el ADN, que es una molécula enorme en la bacteria. Por el contrario, cuando se trata con plata, las proteínas se desprenden del ADN, se mueven solas y, por lo tanto, son más rápidas”, explica uno de los miembros de la investigación.
La observación de la del ADN causada por los iones de plata provino de un trabajo anterior que habían hecho con el ADN doblado. Su enfoque, ahora pendiente de patente, era tensar las cadenas de ADN al doblarlas, haciéndolas, de esta forma, más susceptibles a las interacciones con otras sustancias químicas, incluidos los iones de plata.
El estudio, que fue financiado por la National Science Foundation, validó la idea de investigar la dinámica de proteínas individuales en bacterias vivas. Un enfoque que podría ayudar a los investigadores a comprender las respuestas, en tiempo real, de las bacterias en las nanopartículas de plata, que se han propuesto para combatir las llamadas “superbacterias”, que son resistentes a los antibióticos comúnmente recetados.