La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha dado a conocer que seis países europeos, incluyendo España, han informado sobre la detección de casos de infección por echovirus-11 (E-11) en recién nacidos. Aunque la información disponible es limitada, la OMS ha evaluado que el riesgo para la salud pública es bajo.
El echovirus-11 es un tipo de virus perteneciente a la familia de los enterovirus que puede causar desde infecciones respiratorias leves hasta enfermedades más graves como meningitis y sepsis.
Los síntomas asociados a la infección por echovirus-11 varían según la edad y la salud de la persona afectada, pudiendo incluir fiebre, dolor de garganta, erupciones cutáneas, malestar general, dolores musculares y articulares, así como síntomas respiratorios como tos y congestión nasal. En casos más graves, puede desarrollarse meningitis, caracterizada por rigidez en el cuello, dolor de cabeza intenso y fiebre alta.
Es importante tener en cuenta que la mayoría de las personas infectadas por el echovirus-11 experimentan síntomas leves o incluso pueden ser asintomáticas. No obstante, en grupos vulnerables como los recién nacidos y las personas con sistemas inmunológicos debilitados, las complicaciones pueden ser más graves y requerir atención médica urgente.
España, entre los países infectado por echovirus
Los primeros brotes se registraron en Francia antes del 31 de mayo y desde entonces se han reportado más contagios en España, Croacia, Italia, Reino Unido y Suecia. La OMS se ha comprometido a monitorear de cerca la situación y brindar orientación y apoyo a los países afectados, resaltando la importancia de la colaboración internacional para combatir este tipo de brotes.
Ante esta situación, se recomienda a los médicos que atienden a recién nacidos y lactantes pequeños con shock circulatorio que consideren la posibilidad de sepsis como diagnóstico subyacente y realicen las pruebas diagnósticas pertinentes, incluyendo pruebas de enterovirus.
No existe una terapia antiviral específica para la infección por echovirus y el tratamiento se enfoca en la prevención de complicaciones. Por lo tanto, se recomienda que los centros de salud que atienden a poblaciones obstétricas y neonatales estén familiarizados con los signos y síntomas de la infección por echovirus y mantengan una vigilancia constante ante posibles casos y brotes asociados.
Es fundamental adoptar medidas preventivas, aumentar la conciencia sobre los síntomas y mantener una vigilancia activa para controlar y gestionar de manera efectiva esta situación de salud pública.