China ha dado una nueva señal de alarma al enfrentar un resurgimiento de casos de Covid debido a la variante XBB de ómicron, que se ha vuelto predominante en el país desde finales de abril. Se espera que el número de infecciones alcance los 40 millones por semana a fines de mayo y llegue a un máximo de 65 millones en junio.
La epidemióloga de la Organización Mundial de la Salud (OMS), Maria van Kerkhove, ha advertido de la situación: «La amenaza del Covid no ha desaparecido, aunque el mundo no quiera oír hablar de ella, los gobiernos deben estar preparados para responder a un resurgimiento de las infecciones«, afirma van Kerkhove.
Aunque la situación es menos grave que en enero pasado, cuando China experimentó un aumento explosivo de casos, este nuevo pico no debería colapsar los hospitales chinos. En la primera ola, cerca del 80% de la población de las grandes ciudades fue afectada, lo que generó un nivel de inmunidad que ha disminuido en los últimos seis meses. La variante XBB ha aumentado su prevalencia en China, pasando del 0,2% en febrero al 83,6% en la actualidad.
Aunque el virus podría evolucionar hacia una versión más letal, hasta ahora no ha sucedido, y la probabilidad de que ocurra no es mayor en China que en el resto del mundo. El Dr. Wang Guangfa, especialista del Hospital de la Universidad de Pekín, afirmó que este segundo pico no supondrá un grave problema de colapso para los hospitales chinos.
China trabaja en el desarrollo de vacunas propias
Zhong Nanshan, en el foro de Guangzhou, instó a vacunar nuevamente a los grupos vulnerables y señaló que la inmunidad de las personas que se habían contagiado anteriormente se ha debilitado, lo que las hace susceptibles a nuevas infecciones debido a las mutaciones del virus.
China está trabajando en el desarrollo de vacunas propias para hacer frente a las nuevas cepas, incluida la XBB. El país ya ha dado la aprobación preliminar a dos vacunas y se espera que otras tres o cuatro sean autorizadas pronto. China busca liderar el desarrollo internacional de vacunas más efectivas.
El gobierno chino ha cambiado su enfoque y busca reactivar la economía y tranquilizar a las empresas extranjeras. Ha adoptado una respuesta moderada para evitar interrupciones en los negocios y mantener la estabilidad.
