El sedentarismo y la inactividad física son uno de los principales factores de riesgo de mortalidad debido a su relación con enfermedades no trasmisibles. La actividad física mejora la calidad de vida y previene la aparición de enfermedades en niños, adolescentes y adultos.
Un informe publicado por la Organización Mundial de la Salud (OMS), alerta de que, de 2020 a 20230, casi 500 millones de personas desarrollarán enfermedades debido a la inactividad física. En todo el mundo, 1 de cada 4 adultos y 3 de cada 4 adolescentes no siguen actualmente las recomendaciones mundiales establecidas por la OMS referentes a la actividad física.
El principal objetivo de este Plan de Acción mundial de actividad física 2018-2030 es una reducción del 15% en la prevalencia mundial de la inactividad física en adolescentes y adultos para el 2030. Tedros Adhanom, director general de la OMS, subraya que todos los países deben implementar políticas para fomentar la actividad física. “Todos los países deben implementar políticas para ayudar a las personas a ser más activas a través de caminatas, ciclismo y deportes. Los beneficios son enormes, no solo para la salud física y mental, sino también para las sociedades, entornos y economías”, afirma el director general de la OMS.
Proporcionar más programas de actividades físicas en entornos
Este documento establece 20 recomendaciones que tienen como objeto crear sociedades más activas mejorando los entornos para fomentar el ejercicio físico en personas de todas las edades.
Hay algunos países que están llevando a cabo medidas de política pública para aumentar la actividad física que se promovió en el año 2018, pero la OMS deja en evidencia que aún queda mucho por hacer para alcanzar la meta establecida. “La actividad física regular favorece la salud física y mental. Sin embargo, actualmente el 81% de los adolescentes y el 27,5% de los adultos no alcanzan los niveles recomendados”, señala el informe.
Mantenerse activo es crucial para la salud y un gran reto para los dirigentes internacionales. Además, la pandemia ha ampliado el sedentarismo y las oportunidades para participar en la actividad física. Hay que tener presente que la actividad física previene y trata enfermedades no transmisibles, motivo de muerte de 15 millones de personas cada año.