Altas temperaturas, exposición directa al sol, aire acondicionado, cloro, sal… Durante los días de vacaciones de verano se disfruta al máximo del aire libre y, si no se toman las medidas de precaución adecuadas, puede repercutir en la salud ocular. Suele ser habitual detectar molestias en el ojo o en la visión en el periodo de vuelta a la rutina, coincidiendo con la reanudación de las actividades cotidianas. Para evitar un agravamiento de la patología, los especialistas aconsejan la revisión por parte de un profesional en el momento en que aparezcan los primeros síntomas.
“Es muy recomendable realizar una revisión del estado y la salud de los ojos especialmente tras el verano, que es un periodo en el que nuestros ojos han recibido una mayor exposición a los rayos ultravioleta y han estado expuestos al cloro de la piscina o a la sal del mar. Un colirio o lágrimas artificiales ayudan a hidratarlos, a reducir los casos de irritaciones y a prevenir la aparición de una patología común en esta época como es el ojo seco” explica el Jefe de Servicio del Centro de Oftalmología Quirónsalud Marbella, el doctor Nabil Ragaei Kamel.
El especialista de esta Unidad de Oftalmología avanzada detalla que existe la tendencia de prescindir de proteger nuestros ojos cuando dejamos de ir a la playa y piscina. En su opinión, se trata de un error común derivado de la menor incidencia del sol, pero “es importante tener en cuenta que a finales de verano y comienzos de otoño seguimos manteniendo una alta cuota de exposición al sol por lo que es aconsejable prolongar el uso de gafas de protección de sol al aire libre”.
Vuelta al trabajo y vuelta al cole
Para la gran mayoría de la población, estas fechas suponen la vuelta al trabajo lo que se traduce en un incremento sustancial de tiempo frente a ordenadores o dispositivos con pantallas. “La exposición prolongada ante estos aparatos puede ser origen de problemas para la vista como irritaciones o sequedad ocular. Para evitar estas patologías, es necesario respetar los tiempos de descanso y, si es posible, realizar ejercicios de relajación de la vista. Un gesto muy sencillo es el de pausar la actividad frente al ordenador y buscar un foco de atención lejano en el horizonte y mantener la mirada al menos durante dos minutos. Ello ayuda a relajar nuestros ojos.”, subraya el doctor Ragaei.
Respecto a los niños, los especialistas insisten en la importancia de una revisión ocular previa al inicio del curso escolar para asegurarnos de que el menor no tiene deficiencias visuales que puedan afectar a su rendimiento escolar. “En los pequeños las deficiencias visuales suelen pasar desapercibidas tanto en el entorno familiar como en el escolar. No son conscientes de que pueden ver mejor y se adaptan a la forma en la que visualizan sin dar una señal de alarma”, relata la oftalmóloga de Quirónsalud Marbella, la doctora María Concepción Aránguez.
Para la especialista es muy relevante el diagnóstico precoz en esta etapa de desarrollo: “tratamos de recuperar la visión para que sea la mejor y esa corrección solo es posible en los primeros años de vida. Después de los 11 o 12 años es muy difícil corregir una carencia visual si no ha sido detectada precozmente. En niños es aconsejable realizar la primera revisión de la vista a los 3 – 4 años de edad”, sostiene la doctora.
Según la Organización Mundial de la Salud se estima que 19 millones de niños en todo el mundo sufren discapacidad visual, siendo los errores de refracción la causa principal en el 63% de los casos.
Nuevo Centro de Oftalmología Quirónsalud Marbella
Recientemente el Hospital Quirónsalud Marbella ha inaugurado unas instalaciones dedicadas en exclusiva a la salud ocular. Este nuevo Centro de Oftalmología ofrece respuesta clínica a la totalidad de patologías relacionadas con el ojo, como es el caso de oftalmología preventiva (ojo rojo, conjuntivitis, detección del glaucoma, cataratas…), oftalmología refractiva (miopía, hipermetropía o astigmatismo), técnicas de cirugía (láser excimer, láser femtosegundo, PRK (queratectomia fotorefactiva), Lasick, lente intraocular, episcritaliniana (ICL) y Facorrefractiva) así como trasplante de córnea.
Tanto en la atención a menores como el resto de los pacientes, el objetivo de sus oftalmólogos y optometristas es garantizar los mejores resultados y una pronta recuperación del paciente, minimizando los efectos secundarios.