La neurofisiología es una especialidad médica que se encarga de la exploración del sistema nervioso central y periférico. ¿Cómo se valora realmente la función de una determinada estructura nerviosa?
El Sistema Nervioso, en cualquiera de sus componentes (Central, Periférico y Autonómico), tiene estructuras eléctricamente activas. La Neurofisiología Clínica realiza el registro y análisis de esta actividad eléctrica, obteniendo así información sobre el funcionamiento de estos componentes del Sistema Nervioso. La actividad registrada tiene unos parámetros de normalidad que se alteran en caso de patología. En términos generales, hay dos maneras de valorar la función del Sistema Nervioso.
Una consiste en el registro de la actividad que se está produciendo de manera espontánea o funcional en una estructura del Sistema Nervioso. Por ejemplo, la actividad de la corteza cerebral que se está produciendo de forma continua en cualquier sujeto, se registra mediante unos electrodos situados sobre la piel del cráneo, obteniéndose un electroencefalograma (EEG). El análisis del EEG da información sobre el funcionamiento normal o alterado de la corteza cerebral. También hay registros de la actividad generada durante los períodos de sueño: polisomnograma (PSG). La actividad muscular se detecta en el electromiograma (EMG).
La otra forma de estudio es la aplicación controlada de estímulos sobre algunas estructuras del Sistema Nervioso, para provocar su respuesta. Esta respuesta se puede registrar y analizar para comprobar si es normal o está alterada. Por ejemplo, la aplicación de estímulos eléctricos en los nervios periféricos genera respuestas sensitivas o motoras que se estudian en el electroneurograma (ENG). La estimulación visual o auditiva produce potenciales evocados visuales (PEV) o auditivos (PEAT).
Estas exploraciones no solo se realizan en las consultas de Neurofisiología Clínica, sino que se llevan a cabo en pacientes hospitalizados, en la UCI o durante las cirugías en las que es necesario comprobar de forma continuada la función del Sistema Nervioso, haciendo así una Monitorización Neurofisiológica Intraoperatoria (MNIO).
Asimismo, uno de sus objetivos es realizar un “servicio de apoyo al diagnóstico”, es decir, ayudáis a realizar un correcto diagnóstico. ¿Cómo se lleva esto a cabo?
Cuando hay una sospecha de lesión del Sistema Nervioso, la exploración neurofisiológica permite confirmar o descartar dicha lesión y esclarecer el diagnóstico diferencial. En caso de que exista una lesión, permite también localizar el nivel de la misma, describir su intensidad y en qué fase se encuentra. Toda esta información ayuda a establecer un pronóstico evolutivo y decidir el tratamiento más oportuno.
Esta lesión puede ser de diferente naturaleza. En una pérdida de conciencia no filiada, se puede establecer si se trata de una crisis epiléptica o no mediante el EEG y apoyar la decisión de iniciar un tratamiento específico. Si se sospecha de un atrapamiento del nervio mediano a nivel del túnel del carpo se puede localizar la lesión mediante ENG-EMG y, según la intensidad de la misma, el clínico puede optar por un tratamiento conservador o una intervención quirúrgica.
¿Qué aplicaciones tiene la neurofisiología clínica en psicología y psiquiatría?
En ciertas patologías psiquiátricas es preciso descartar la existencia de lesiones orgánicas que puedan justificar los síntomas, como una encefalopatía o ciertas crisis epilépticas, y para ello puede ser útil el EEG. La estimulación magnética transcraneal repetitiva es una alternativa a la terapia electroconvulsiva en la depresión mayor. También se emplean electrodos implantados para el tratamiento de algunos pacientes con trastornos obsesivo-compulsivos o depresión.
Generalmente, ¿cuáles son las enfermedades más comunes relacionadas con el sistema nervioso?
La Neurofisiología Clínica se ocupa de enfermedades relacionadas con el Sistema Nervioso Central, Periférico y Autonómico, tanto en adultos como en niños. Entre ellas la epilepsia, las alteraciones del nivel de conciencia-coma, las encefalopatías, los trastornos del sueño, las lesiones de la vía visual o auditiva, las lesiones de la médula espinal, las enfermedades neuromusculares como la ELA, las neuropatías periféricas, las radiculopatías, las miopatías, la miastenia gravis y las disautonomías, incluyendo el estudio de algunos tipos de síncope.
¿Qué avances se están produciendo en este ámbito de la medicina?
La Neurofisiología Clínica está avanzando en diferentes áreas. Durante los últimos años esta evolución científico-técnica ha logrado que la especialidad esté cada vez más presente en la práctica clínica diaria. Se han desarrollado nuevas técnicas neurofisiológicas cada día más relevantes desde el punto de vista asistencial y médico-legal.
Un claro ejemplo es el de la monitorización neurofisiológica intraoperatoria (MNIO). El neurofisiólogo clínico actúa controlando la función de las estructuras del sistema nervioso, que pueden ser lesionadas durante el acto quirúrgico. Así, el neurofisiólogo informa al cirujano en el momento en que estas estructuras dejan de funcionar correctamente, para poder rectificar el acto quirúrgico y evitar graves lesiones neurológicas al paciente. Sin la MNIO, no podrían detectarse estos daños neurológicos hasta que terminase la cirugía. Por lo tanto, la MNIO se ha convertido en una herramienta indispensable para la seguridad del paciente en el quirófano, en cirugías a veces muy largas y complejas. La Cirugía Ortopédica y Traumatológica y la Neurocirugía son las especialidades que más se benefician de la MNIO; también la Otorrinolaringología y las Cirugías Máxilofacial, Cardíaca, Vascular y General.
Otras técnicas de la Neurofisiología Clínica que han aumentado de forma importante en los últimos años son los potenciales evocados (PE). En las unidades de cuidados intensivos (UCI) y Unidades Coronarias (UCO) se utilizan cada vez más para el diagnóstico y pronóstico de los pacientes críticos, sobre todo en el coma anóxico-isquémico y forman parte de los protocolos de actuación de nuestros hospitales. En los últimos años se han implantado otros tipos de PE en la práctica neurofisiológica diaria: por ejemplo, la estimulación magnética transcraneal (EMT) que estudia la vía motora central o los PE miógenos vestibulares que exploran el sistema del equilibrio otolítico-vestibular.
El electroencefalografía (EEG) es muy efectivo en los pacientes de urgencias, en especial, en los que se sospecha un estatus epiléptico no convulsivo, entidad tratable desde el momento en que es diagnosticada mediante EEG. El retraso en este diagnóstico comporta una importante morbi-mortalidad. Las guías clínicas de sociedades científicas nacionales e internacionales recomiendan cada vez más el uso del EEG en situaciones de urgencia. También han aumentado las monitorizaciones vídeo-EEG continuas para el diagnóstico e indicaciones terapéuticas en los pacientes en estado epiléptico o ingresados en las UCI, así como para el manejo del paciente con epilepsia refractaria. Las unidades de la patología del sueño han experimentado igualmente un gran crecimiento en España.
La electromiografía (EMG) es de gran relevancia asistencial en todos nuestros hospitales. Actualmente se trabaja en unidades multidisciplinares (unidades de ELA o de parálisis facial, por ejemplo), equipos en los que están incluidos necesariamente los neurofisiólogos. También se ha desarrollado la EMG de territorios poco habituales, como el suelo pélvico o los músculos laríngeos y faríngeos, con las repercusiones diagnósticas y terapeúticas que conlleva la detección de patología en estas áreas: incontinencia de esfínteres, disfonía, disfagia, atragantamiento…
La exploración del Sistema Nervioso Autónomo (SNA) es un estudio poco habitual, aunque en desarrollo y se emplea en el estudio de la atrofia multisistémica, las disautonomías o algunos tipos de síncope.
Además de estas actividades que desarrolla habitualmente la Neurofisiología Clínica, en los últimos cinco años se han implantado nuevas técnicas de tratamiento mediante corrientes electromagnéticas, denominadas electroceuticals. Estas terapias se están aplicando en la enfermedad de Parkinson, la depresión, el dolor y otras.
Centrándonos en la Sociedad Española de Neurofisiología clínica, ¿cuáles son los principales objetivos de esta entidad?
La Sociedad Española de Neurofisiología Clínica (SENFC) tiene como objetivos el estudio, desarrollo y la difusión de todos los aspectos relacionados con la Neurofisiología Clínica en España, defendiendo y desarrollando la especialidad y los derechos de los médicos especialista que la ejercen. También se preocupa de que el ejercicio profesional de sus miembros se realice de acuerdo a la lex artis y en beneficio del derecho a la protección de la salud de todos los ciudadanos.
Para cumplir estos objetivos, la SENFC organiza reuniones, cursos y congresos, y edita publicaciones científicas relacionadas con la especialidad, tanto en sus aspectos formativos básicos, como sobre las técnicas emergentes. Asimismo, la SENFC forma parte de la Sociedad Internacional de Neurofisiología Clínica, participando igualmente en las reuniones, cursos, congresos y otras actividades desarrolladas por estas sociedades internacionales.
¿Cuál considera que es la situación actual de esta especialidad médica en España?
La Neurofisiología Clínica es una especialidad tanto hospitalaria (integrada en los Servicios Centrales) como extrahospitalaria, reconocida como especialidad independiente desde 1978. Desde la implantación de los Servicios de Neurofisiología Clínica en los años cincuenta, la especialidad no ha dejado de crecer y desarrollarse, tanto en las aplicaciones de las pruebas neurofisiológicas al diagnóstico y tratamiento de los pacientes, como en los aspectos técnicos de la especialidad (desarrollo de equipos, electrodos…).
La especialidad es imprescindible en la exploración funcional del Sistema Nervioso, y su actividad está en relación con la de otras muchas especialidades tanto médicas como quirúrgicas. La patología neurológica y sus secuelas son atendidas por neurólogos, neurocirujanos, traumatólogos, rehabilitadores, cirujanos plásticos, otorrinolaringólogos e intensivistas, entre otros (incluyendo médicos de Atención Primaria). La actividad integrada en unidades multidisciplinares es muy beneficiosa para los especialistas implicados y, sobre todo, para el paciente que recibe esta atención global. En esta situación, la realización de algunas exploraciones neurofisiológicas por parte de otros especialistas no neurofisiólogos, aunque todavía existe, es una opción reduccionista que debería tender a desaparecer.
La Neurofisiología Clínica es una especialidad diversa, compleja y en constante desarrollo, que se adapta a las necesidades diagnósticas y terapeúticas y que actúa en diferentes escenarios: consultas hospitalarias y extrahospitalarias, quirófanos, UCI y otras unidades. La consecuencia de este desarrollo es la creciente demanda de neurofisiólogos clínicos para ejercer en tanto en el ámbito público como privado por lo que pretendemos que se incremente el número de plazas MIR ofertadas de esta especialidad.