Entrevistas
«Nos esforzaremos por conseguir una UCI más segura, automatizada, protocolizada, con tecnología menos invasiva y personal muy bien formado»
Antes de comenzar la entrevista, ¡enhorabuena por su reciente cargo como presidente de la SEMICYUC! ¿Cómo afronta esta nueva etapa como presidente?
Muchas gracias. Afrontamos el futuro inmediato con ilusión y determinación para desarrollar varios proyectos de nuestro Plan Estratégico 2018-2022 que serán muy buenos para nuestros pacientes, para los hospitales y para los profesionales también.
Como nuevo presidente, ¿cuál va a ser la primera medida que va a tomar frente a esta sociedad? ¿Y su principal objetivo?
Trabajaremos en varios proyectos de gran importancia de forma simultánea. La formación es una prioridad. Tenemos el reto de implementar un programa de formación avanzado, basado en competencias, europeo y que requiere nuevos métodos docentes más efectivos que los actuales para garantizar que nuestros especialistas en formación adquieren todas las competencias del programa.
Este nuevo modelo de educación médica requiere un esfuerzo en la formación de los tutores en técnicas de coaching y la realización de ejercicios frecuentes de evaluación formativa «a pie de cama». También potenciaremos la simulación clínica, tanto en la formación especializada como en la formación continuada, ya que es un método excelente y seguro de aprendizaje y de entrenamiento de los equipos.
Otro proyecto prioritario es la puesta en marcha de un registro común de datos básicos que nos permita tener información rápida sobre determinadas patologías, sobre indicadores de calidad relevantes, elaborar modelos predictivos a partir de big data y también con objeto de facilitar estudios de investigación epidemiológicos.
Llega a la presidencia con una gran responsabilidad: la de comandar la ‘vuelta a la normalidad’. ¿Qué objetivos se ha marcado para ello?
Necesitamos mantener una proporción significativa de las ampliaciones con su dotación de personal correspondiente, especialmente en hospitales grandes con mucha actividad donde los índices de ocupación actualmente superan el 80%. Idealmente, estos recursos podrían emplearse también para estratificar la asistencia dependiendo del riesgo del paciente, apoyo a las plantas por el Servicio extendido de Medicina Intensiva, Unidad de Cuidados Intermedios y la UCI propiamente dicha para tratar pacientes con disfunciones orgánicas graves.
¿Cuál sería el escenario ideal para las UCI después de la pandemia?
El número de pacientes que requieren cuidados intensivos y su complejidad seguirán aumentando. Nos esforzaremos por conseguir una UCI más segura, más automatizada, más protocolizada, con tecnología menos invasiva y personal muy bien formado y entrenado. El proyecto SEMICYUC Calidad, un proceso para homogeneizar la asistencia en las UCI con un nivel de calidad excelente y que incluye una certificación, nos permitirá avanzar hacia la UCI única.
¿Qué aspectos positivos, desde el punto de vista de la Medicina Intensiva, se podrían sacar de la situación provocada por la Covid-19?
Hemos vivido un drama junto a nuestros pacientes y sus familiares. También ha habido algunos aspectos positivos como nuestra capacidad de adaptación a la situación, la rápida elaboración de una respuesta efectiva, la cohesión y la solidaridad de los equipos, la colaboración con otros especialistas. Ha habido mucho profesionalismo para superar la crisis. El reconocimiento de la sociedad de nuestra profesión y de nuestros valores nos ha dado mucha fuerza.
¿Cuáles son las necesidades que presentan, actualmente, los profesionales de la Medicina Intensiva?
Ahora mismo, lo que necesitamos es un descanso. El verano se presenta muy favorable para disfrutar y recuperar energías. La Junta Directiva seguirá trabajando para diseñar, implementar y continuar en cada caso cada uno de los planes mencionados. Los profesionales necesitamos estabilidad, formación continua, entrenamiento, motivación, sentirnos partícipes de proyectos que sirvan a los demás, incluyendo la investigación, y esto es lo que intentaremos apoyar desde la Junta Directiva de la SEMICYUC.
En este sentido, ¿qué planes inmediatos tiene para dar respuesta a estas necesidades?
Potenciar la formación especializada y la formación continuada con nuevos modelos docentes, desarrollar un modelo asistencial que nos integre aún más en el hospital, potenciar un modelo de calidad asistencial homogéneo, facilitar la gestión de datos y desarrollar actividades de utilidad pública.
Para finalizar, ¿qué cambios vamos a ver en la SEMICYUC en los próximos años?
Veremos una SEMICYUC más eficiente y participativa, más cercana al socio, innovadora y con muchos y variados servicios de apoyo a la docencia, a la investigación y a la calidad asistencial. También veremos una SEMICYUC con más proyección social mediante el desarrollo de la asociación para el apoyo de los pacientes críticos y sus familias, y el proyecto «UCI sin fronteras» para cooperar con países con pocos recursos que quieren promover la Medicina Intensiva.