¿Cuándo comenzó tu interés por el mundo de la meditación?
Siempre he sido una persona muy curiosa, me he cuestionado mucho la cosas y, por ende, he pensado demasiado… Comencé a meditar de manera más regular a partir de 2016, tras sufrir varios años de insomnio y estrés laboral mal gestionado.
Pero mi interés por la meditación, llegó mucho antes. Desde pequeñita, me ha gustado investigar todo lo relacionado con la conciencia humana. ¡Me costó mucho decidir si estudiaba periodismo o psicología! Al final, me decanté por el periodismo.
En 2008, me dieron una beca para trabajar en un periódico de Boston, Estados Unidos. Un día, mi redactora me dijo que fuera a entrevistar a un médico que estaba aplicando la meditación a sus pacientes con muy buenos resultados. Ese doctor me habló de un programa conocido como Mindfulness-Based Stress Reduction (MRSR), del Dr, Jon Kabat-Zinn. En español se traduce como programa para la reducción del estrés basado en la atención plena. Podría resumirse como la versión occidental y científica de la meditación clásica oriental. Tras este descubrimiento, comencé a investigar más profundamente en el mundo del yoga y la meditación. Y me enamoré de esta filosofía de vida.
Muchas personas creen que la meditación es lo mismo que la acción de reflexionar, ¿hasta qué punto es esto cierto?
Creo que existe mucha confusión en este sentido. Todos hemos dicho alguna vez, “necesito meditarlo”, cuando en realidad estamos diciendo, “voy a pensarlo”. Cuando pensamos o reflexionamos sobre algo, normalmente estamos recurriendo al almacén de información almacenada en nuestra mente. Por lo tanto, tomamos decisiones en base a experiencias o un conocimiento pasado. Cuando meditamos, la atención se pone en la respiración o en el cuerpo precisamente para traerte al presente. En el presente, no existe el miedo. El miedo que llamamos psicológico es sólo una construcción de la mente que anticipa o crea una situación que no ha sucedido o que vive atrapada en el pasado.
Cuando uno comienza a vivir más presente, se da cuenta de que el miedo es una ilusión. En el presente todo está por descubrir y cualquier decisión que tomes será 100% intuitiva y creativa.
Entonces, ¿cómo puede ayudar la meditación a las personas?
La meditación tiene innumerables beneficios tanto físicos como emocionales. Se ha demostrado científicamente que reduce el estrés, generado por una mentalidad que se proyecta en el futuro o en el pasado. Pero, más allá de los beneficios físicos y mentales, para mí, la meditación es un camino de autoconocimiento y transformación, que puede llevarnos a una comprensión de nosotros mismos que aún está por descubrir. Meditar no es solo el acto de sentarte cada día media horita. Meditar es vivir el presente. Vivir presente es aceptar la vida tal y como es. Entonces el miedo al futuro comienza a disolverse. Te vas haciendo uno con la vida y, poco a poco, dejas de sufrir.
¿Puede ser una solución recomendable para nuestro bienestar emocional teniendo en cuenta la situación que vivimos?
Meditar siempre fue necesario, pero es cierto que, hoy más que nunca. En el actual contexto de miedo e incertidumbre que estamos viviendo, necesitamos tener herramientas que nos ayuden a conectar con nosotros mismos, con nuestra respiración y nuestra paz interior. Existe demasiado “ruido” externo que nos lleva a vivir atemorizados. Es hora de comenzar un viaje de vuelta a casa, a lo simple y a lo esencial de uno mismo. Decía El Principito: “lo esencial es invisible a los ojos”, y es verdad. La esencia de lo que somos, solo se descubre cuando paramos, respiramos, y nos escuchamos en silencio.
Para alguien que no se haya acercado nunca a esta práctica, ¿qué claves darías para su comienzo?
Para mí, lo más importante es sentirse acompañado y apoyado. Por eso, recomiendo siempre buscar un facilitador o guía de meditación, así como una comunidad de personas que tengan esa misma inquietud en la meditación y el autoconocimiento, con la que te puedas abrir a compartir sin miedo a sentirte un bicho raro. Después, la clave del éxito es ¡practicar, practicar y practicar!
En este sentido, la próxima semana iniciarás un reto de mediación gratuito para todas aquellas personas que quieran aprender a meditar. ¿Cuál es el objetivo de este reto?
¡Así es! Estamos a punto de comenzar. Es un reto online de siete días de meditación, del 21 al 27 de abril, se llama “7 Días Meditando con Elena”. El objetivo es guiar a las personas a que conecten con el silencio y la paz en su corazón. Para ello, todo aquel que se haya inscrito, recibe cada mañana un email con una lección práctica que llevará a cabo durante el día. Por la tarde, nos conectamos en directo para meditar.
Después del reto uno ya tiene las herramientas necesarias para poder aplicar la meditación en su día a día, pero, si desea seguir acompañado, abrimos unas cuantas plazas a la “Escuela de Transformación”, mi membresía de meditación y desarrollo personal.
Hablando sobre la Escuela de Transformación, ¿qué puede encontrar una persona que decida formar parte de esta comunidad?
La Escuela es una gran comunidad de personas que han decidido dar un paso más en su desarrollo personal y espiritual. Cada lunes nos conectamos para meditar y profundizar sobre diversos temas. Además, una vez al mes, contamos con un gran elenco de profesores y profesionales que ofrecen talleres de desarrollo personal muy diversos, como yoga, alimentación consciente, relaciones, amor, respiración, astrología… Los alumnos de la Escuela de Transformación tienen acceso a una plataforma online en la que todo el contenido se queda grabado y pueden acceder a él siempre que lo deseen. Además, ofrecemos recursos complementarios como entrevistas con grandes maestros espirituales, recomendaciones de libros, clases de yoga, meditaciones guiadas y descuentos para eventos y retiros presenciales que organizo.
¿Es importante meditar todos los días?
Es importante vivir presentes y, para ello, es imprescindible sentarse en silencio a observar la mente y, poco a poco, ir des-identificándose de los pensamientos. La clave es hacerlo poco a poco, pero de manera constante. Comenzar por cinco o diez minutos al día y, luego, ir ampliando. Cuanto más pueda uno sentarse a meditar, mejor.
¿Qué pequeñas técnicas pueden ayudarnos a mejorar nuestra concentración en estos días tan difíciles?
¡Respirar! Levantarte por la mañana y hacer varias respiraciones conscientes. Inhalar en tres o cuatro tiempos y exhalar en tres o cuatro tiempos. Durante 3 o 5 minutos pueden transformar tu día. Una vez le preguntaron a Buda cuál fue la clave de su iluminación y dijo: “Cuando estoy inhalando, soy consciente de que estoy inhalando. Cuando estoy exhalando, soy consciente de que estoy exhalando”. Después de investigar mucho, me he dado cuenta de que en lo simple está la maestría. Mi lema es #hazlosimple.