¿Por qué decidió dedicarse al ámbito de la enfermería especializado en la alimentación y la nutrición?
En realidad, la pasión y entusiasmo me viene desde pequeña. Mi madre, una mujer muy culta, aún sin saber ni leer ni escribir sabía perfectamente que tipo de alimentación era la adecuada para nosotros y eso me entusiasmó.
Cuando acabé la carrera en el año 1986 en la UIB (Universitat de les illes Balears) me fui directamente a Barcelona a trabajar en el Hospital San Pablo como enfermera y, estando allí, me llegó una información en la que se hacía la formación (FP) grado superior en Dietética y Nutrición por la Generalitat de Cataluña, así que decidí apuntarme.
Desde entonces no he parado de formarme en alimentación desde el coaching nutricional como el mind fulness.
De hecho, mi trabajo en la sanidad pública es como enfermera de atención primaria. Además, desde hace un año, decidió compaginar mi trabajo en la pública y el emprendimiento, en este caso relacionado con la alimentación y el coaching nutricional.
¿En qué consiste exactamente su labor?
Mi labor y mi pasión es acompañar a los pacientes, jóvenes, padres y docentes a tomar conciencia de la importancia de cuidar su salud a través de la alimentación.
De hecho, gran cantidad de enfermedades están apareciendo debido a los malos hábitos en la alimentación. Por tanto, en mi consulta privada puedo trabajar desde el coaching nutricional, conociendo objetivos del paciente-cliente, motivación, creencias, obstáculos, etc.
¿Qué significa la nutrición en relación con la salud?
La nutrición en relación con la salud es el pilar fundamental de la salud. Como decía Hipócrates: “Que tu medicina sea tu alimento y el alimento tu medicina”. Da igual que te den los mejores tratamientos con relación a tu patología, que si no te nutres bien una parte de este proceso quedará “cojo”.
Me encantaría que, en todas las unidades de oncología, se abordara el tema alimentación y se eliminara de las unidades de quimioterapia (lo digo con conocimiento de causa, porque acompañé a mi padre en ese proceso) los desayunos de: Pan blanco, galletas, zumos envasados, café de sobre descafeinado y azúcar en sobres… Todos ellos son una bomba de relojería para el cáncer.
Entre los principales problemas de salud que existen a causa de una mala nutrición, se encuentra la obesidad infantil. ¿Por qué cree que esta enfermedad va aumentando, conforme pasa el tiempo, tanto en España?
Primero porque la publicidad es horrorosa, la manera que tienen de engañarnos. En horario infantil tendría que estar prohibida la publicidad relacionada con alimentos basura; y más dónde mezclan juguetes y alimentación.
Por otro lado, retirar las “chucherías” de los frontales de las cajas como ha hecho Lydl en Inglaterra se tendría que extender a todos los países y, por supuesto, en España.
Un estudio publicado en la revista ‘The New Englando Journal of Medicine’ (NEJM) en octubre de 2013, sugería que esta podía ser una buena medida para combatir la actual epidemia de obesidad.
En los institutos también tendría que estar absolutamente prohibido vender productos que no son compatibles con una alimentación saludable. Sí es verdad que hacen bocadillos y fruta, pero también tienen refrescos, zumos procesados, bollería ¿Qué van a comprar los chicos? La respuesta es obvia.
También hay que concienciar a los padres sobre comprarle a sus hijos dulces y chucherías a cualquier hora. Con ello no les hacen ningún favor.
Si tuviese que dar unos breves consejos a unos padres cuyo hijo no come bien, ¿qué les diría?
Lo primero que les diría es que los propios padres diesen ejemplo y consumiesen frutas, verduras, legumbres y cereales integrales… porque si no lo hacen, dificilmente su hijo lo hará.
Otro consejo es que, al menos, hay que comerlos diez veces en días diferentes. Y, por supuesto, tenemos mucha paciencia.
También hay que conseguir que la televisión no esté presente en el momento de la comida, así como la tablet o el teléfono. Y evitar que el niño coma entre horas.
Evitar castigar o premiar al niño con las comidas, dejar al niño que participe en la comida o permitirle que manipule la comida, sobre todo cuando está adquirieron los hábitos.
Así como no hacer un menú diferente para el niño y comer en familia, que es fundamental para que ese momento sea agradable.
Las dietas están muy presentes en la sociedad actual. Dejando a un lado los problemas de obesidad, ¿quiénes pueden someterse a una dieta?
Para empezar, hay que aclarar el tema dieta que tiene una connotación negativa y se asocia con restricción. Para mí, más que de dieta me gusta hablar de cambio de hábitos en la alimentación.
Si hablamos de cambio de hábitos, cualquier persona que siga una pauta, por ejemplo, al plato de Harvard, estaría en el rango de persona que pueden seguir este estilo de vida. Yo añadiría, además, que seguir la combinación de alimentos hace que nuestro sistema digestivo trabaje de una manera más armoniosa.
Por tanto, unos correctos hábitos alimenticios son necesarios e imprescindibles dentro de las bases y pilares de una buena salud.
Si lo que estamos hablando son de dietas restrictivas, en cuanto a nutrientes principales, yo diría que nadie. Eso conlleva a enfermedad.
¿Cuáles considera que son las dietas más peligrosas?
Las dietas más peligrosas son aquellas que no están supervisadas por un profesional de la salud y que se pueden encontrar fácilmente, por ejemplo, en internet. No me gusta poner nombres a ninguna, pero sí utilizar el sentido común.
Yo, por ejemplo, soy partidaria de hacer ayunos intermitentes o semiayunos para dejar a nuestro sistema digestivo que descanse y descongestione. De hecho, el Dr. Michael Mosley en su libro habla de que el método óptimo para perder peso, entre otros beneficios, es comer normalmente durante 5 días (aquí habría que puntualizar lo que significa comer normalmente) y hacer semiayuno 2 días limitando la ingesta calórica a ¼ de las habituales.
Por lo tanto, las dietas más peligrosas son las que restringen nutrientes, por ejemplo hidratos de carbono en favor de una dieta hiperproteica y baja en grasas saludables.
