La vitamina D es esencial para una inmunidad fuerte y para mantener huesos y dientes sanos. De hecho, varios estudios han encontrado que los niveles bajos de vitamina D en la sangre se correlacionan con una amplia gama de enfermedades, que incluyen cáncer, enfermedades cardiovasculares, diabetes y osteoporosis.
Algunos de estos estudios incluso han insinuado que los niveles bajos de vitamina D están asociados con la Covid-19 grave, aunque la investigación todavía no es concluyente.
A pesar de estas asociaciones, la evidencia de los beneficios de la suplementación generalizada con vitamina D para prevenir enfermedades en personas sanas ha sido contradictoria.
Por ejemplo, un gran ensayo clínico no encontró evidencia de que un suplemento de vitamina D previniera las enfermedades cardiovasculares y el cáncer en los adultos mayores. Otro ensayo no encontró evidencia de que tomar un suplemento mejorase la salud ósea.
Esta aparente falta de beneficios para la salud de la suplementación generalizada con vitamina D ha desconcertado a los investigadores médicos. En este sentido, los científicos de la Universidad de California han encontrado una posible explicación.
El estudio sugiere que las bacterias intestinales pueden desempeñar un papel vital en la conversión de la vitamina D inactiva en su forma activa, que es la que promueve la salud.
Almacenes de vitamina D inactiva
Cuando los profesionales de la salud y los investigadores médicos quieren determinar el estado de vitamina D de un individuo, miden los niveles séricos del precursor inactivo, porque esto refleja la cantidad de vitamina D que almacena el cuerpo.
Sin embargo, el factor crucial puede ser cómo se metaboliza la vitamina en lugar de cuánto se almacena. Al medir la cantidad de vitamina D activa que tenían los hombres mayores en la sangre, los investigadores encontraron que sus niveles se correlacionaban con la diversidad de la comunidad de bacterias que viven en su intestino, o microbioma intestinal.
Los niveles de vitamina D también se correlacionaron con la cantidad de bacterias “amigables” en su intestino. Por el contrario, no hubo una fuerte asociación entre la forma precursora inactiva de la vitamina y la diversidad bacteriana o bacterias amigas.
Exposición a la luz solar
La correlación entre la diversidad microbiana y la vitamina D activa se mantuvo incluso después de ajustar los factores que se determinan la diversidad microbiana. Estos incluyeron la edad de los participantes, en qué parte de Estados Unidos vivían, su origen étnico y su uso de antibióticos.
De hecho, los niveles de vitamina D activa de los participantes se correlacionaron mucho más fuertemente con la diversidad del microbioma que cualquiera de estos otros factores. Esto es particularmente notable dado que las personas que viven en lugares más soleados pueden sintetizar más de su propia vitamina D a través de la acción de la luz ultravioleta en su piel.
No obstante, pese a estas evidencias, lo cierto es que se necesitan más estudios para investigar el papel de las bacterias en el metabolismo de la vitamina D. De hecho, los investigadores especulan que cambiar la microbiota de los pacientes podría aumentar los tratamientos existentes para mejorar la densidad ósea y, posiblemente, otros resultados de salud.