Algunos estudios, en poblaciones de adolescentes, apuntan que la participación en deportes competitivos aumentaba la probabilidad de muerte súbita cardíaca. Determinadas pruebas realizadas en atletas mediante electrocardiografía y ecocardiografía permiten identificar trastornos cardíacos potencialmente letales en atletas asintomáticos, de modo que (a priori) se pueden llegar a prevenir casos de muerte súbita. Sin embargo, determinadas personas fallecen por muerte súbita cardíaca al pasar desapercibido por estas pruebas cardiovasculares; esto sugiere que, en muchas personas afectadas, algunas cardiopatías pueden no manifestarse.
Determinados expertos, sugieren que una única prueba de detección en atletas durante la adolescencia no es suficiente.
Es necesaria una serie de pruebas de detección mediante ECG para prevenir la muerte cardiovascular súbita. Además de promover la mejora de capacitación del personal médico que trabaja en eventos deportivos para que puedan reconocer los síntomas de un paro cardíaco súbito, realizar la reanimación cardiopulmonar y usar un desfibrilador semiautomático rápidamente.
A esto se suma, la importancia de los antecedentes familiares de muerte súbita de cada atleta. Para predecir el riesgo de muerte súbita cardíaca en atletas, se debe agregar una evaluación genética a los programas de detección en aquellas personas con un historial familiar de muerte súbita positivo.
Por lo tanto, las investigaciones continúan avanzando para alcanzar el conocimiento más efectivo en cuanto a la prevención de eventos cardiacos indeseados en atletas jóvenes.
