La lumbalgia es el dolor agudo más común en España: el 80% de la población experimentará a lo largo de su vida algún episodio de dolor, y en la mitad de los casos, este será lumbar. En el marco del Día Mundial del Dolor Lumbar, Zambon quiere destacar la importancia de mejorar su abordaje en las fases agudas para evitar la cronificación, que sucede entre el 5% y el 20% de los casos.
Así, da continuidad a iniciativas como la Guía de las Pautas de Actuación y Seguimiento (PAS) en dolor cervical y lumbar agudo, impulsada en 2022 junto al Consejo General de Colegios Oficiales de Médicos (CGCOM) y la Fundación para la Formación del Consejo (FFOMC), avalada por las sociedades científicas SED y SemFYC, y que tiene el objetivo de promover el tratamiento temprano del dolor agudo y ofrecer herramientas a los profesionales para su práctica clínica.
El impacto de la lumbalgia es múltiple en las personas que la padecen. No solo puede generar obstáculos en la vida laboral y en actividades de ocio, sino que presenta efectos psicológicos importantes puesto que, una vez la lumbalgia se cronifica, los pacientes tienen cuatro veces más probabilidades de desarrollar depresión o ansiedad y al menos el doble de riesgo de suicidio que las personas sin dolor crónico.
Un coste de 9.000 millones en el sistema sanitario
Tan importante es la lumbalgia que sus costes son equiparables a los de otras patologías, como las enfermedades cardiovasculares o el cáncer, tal como han demostrado diversos estudios e informes. Entre ellos, destaca el informe Los costes de la cronificación del dolor lumbar y cervical, impulsado por el CGCOM, el apoyo de la FFOMC y el patrocinio de laboratorios Zambon, publicado el pasado mes de abril.
El informe apuntaba que el dolor de espalda tiene un coste de 9.000 millones en el sistema sanitario, un 0,68 % del PIB español, y plantea un alto riesgo de cronificación si no se aborda adecuadamente en fase aguda.
Como afirma su autor, Pedro Novás, Economista encargado del informe, “hemos visto que una de las claves del riesgo de cronificación del dolor es su infratratamiento”. Concretamente, el 29% de españoles considera que no recibe un tratamiento adecuado y el tiempo medio para conseguirlo es de 1,6 años. Esta demora en el tratamiento se da ya en urgencias, donde el 40% de pacientes no lo reciben. En este sentido, la Guía PAS ya describió la importancia del tratamiento del dolor agudo e incidió en algunas vías de tratamiento para hacer frente al dolor en su fase aguda y reducir el riesgo de cronificación.
Así, recomendó los AINE como tratamientos de primera línea para dolores tipo lumbalgia y cervicalgia aguda por su acción antiinflamatoria y analgésica. Dentro de los AINE no selectivos, destacó por su buen perfil de seguridad y eficacia, el papel del naproxeno, ibuprofeno, y las asociaciones de Ibuprofeno con sales como L-arginina, que favorece la rápida absorción del ibuprofeno en comparación con la fórmula de ibuprofeno solo.
El objetivo de la Guía PAS es favorecer la práctica centrada en el paciente y no en la enfermedad, de modo que se pueda mejorar el seguimiento asistencial y prevenir la cronificación del dolor haciendo hincapié en la selección de medicamentos adecuados para proporcionar un alivio del dolor de manera temprana.
Los costes económicos del infratratamiento de la lumbalgia
Entre las consecuencias del infratratamiento del dolor lumbar agudo y su cronificación no solo está el enorme impacto que esto tiene en la calidad de vida de los pacientes, sino también la carga económica que conlleva para el sistema, tanto por costes directos como indirectos. Concretamente, los costes directos, derivados de factores como la práctica clínica, ascienden a los 2.280 millones de euros, de los cuales 948 millones resultan de visitas al médico. Porque, precisamente, más de 2 millones de consultas anuales en atención primaria se deben al dolor.
Los costes indirectos son incluso superiores, puesto que suponen casi el 75% del total de la carga económica. Estos costes contemplan los efectos derivados del dolor en la vida de los pacientes, como la pérdida de productividad, el absentismo laboral o los riesgos para la salud mental. Por ejemplo, el promedio de jornadas laborales perdidas por lumbalgia es de 52 millones, lo cual implica un coste de 2.500 millones de euros.
Así, queda demostrada la importancia de abordar el dolor como un problema económico, social y de salud pública de manera temprana ya en su fase aguda. En este sentido, Pedro Novás, concluye: “los datos muestran que el impacto económico del dolor podría reducirse si se mejora el abordaje en su fase aguda, ya que se reducirían los casos de cronificación y por tanto los costes vinculados a ella”.
